The one born from heaven

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Nadarrador omnisciente:

Era el 27 de marzo de 1980 y era una noche bellísima, el cielo esta bañado de unas estrellas preciosas, hace tiempo que no se veía nada igual.
Aquella noche, nacieron dos bebés bellísimos,
la familia de aquellos dos bebés rebosaba de amor y felicidad por tenerlos por fin a lado suyo.
Eran dos mellizos preciosos, el niño fue el mayor por tres minutos, los padres quedaron extasiados con la belleza de su pequeño hijo varón.

-¿Cómo lo llamaremos?- la pregunta del hombre hacia su esposa fue inmediata.

-Reigel, se llamará Reigel, ¿no crees que es un nombre precioso?- la ojiverde miraba a su pequeño hijo con tato amor.

-Tienes razón Livy, es un nombre precioso.- Aquel hombre miraba a su hijo mayor con admiración, y en su cabeza pasó todo lo que él niño podía lograr en un futuro.

Habían pasado tres minutos de dolor y desesperación, pero por fin el segundo bebé había nacido.

-Es una niña.- Aquella doctora había quedado fascinada con el brillo que la bebé poseía, literalmente brillaba como si de una estrella tratará.

La bebé no lloraba, se veía tan tranquila, cosa que generó angustia en sus padres. Inmediatamente la doctora le entregó a la mujer su nuevo bebé.

-Es una niña Elijiah, una niña, ¿sabes lo que significa verdad?- la ojiverde intentaba ser optimista y pensar en que por fin tenía a sus dos hijos con ella, pero al ver aquella niña, aquella bebé que brillaba como si fuese una estrella, su mayor miedo se cumplía.

-Lo es, Livy, es una niña, y por ello no dejaré que nada le pase.- el pelinegro miraba a su esposa y entendía la angustia que está poseía, su miedo se podía cumplir, pero el elegía no creer en aquellas palabras que le había dicho aquella mujer, esa noche cuando se enteraron que tendrían dos hijos.

-Es muy hermosa, ¿cómo piensan llamarla?- aquella doctora miraba a los padres buscando una respuesta.

-Maia, como la estrella.- Elijiah Keyser miraba a su hija con tanto amor y se hizo una promesa en silencio, juraba ante todas la estrellas proteger a sus hijos.

-Maia, suena hermoso, pero me gustaría que llevara otro nombre.- Olvia Crouch miraba a su pequeña y se dio cuenta que amaría por toda la vida, a Maia y Reigel, sus dos pequeñas estrellas.

-¿Cuál es ese otro nombre Livy?- Eljiah miraba a su esposa, intentando descifrar aquel nombre que la mujer pensaba en ponerle a sí hija.

-Andromeda, ese es el nombre que quiero que lleve.- su esposo la miró con una sonrisa y entendió el porqué de aquel nombre, era el nombre de la mejor amiga de Olivia, desde que ella tenía memoria.

-Es un nombre precioso querida, Maia Andromeda, es perfecto.- Elijiah Keyser no podía pedir más, tenía dos hijos bellísimos con la mujer que amaba desde que tenía 11 años.

Era una familia feliz, ambos padres sabían que darían la vida por sus dos hijos si era esto necesario.

Su único temor, era lo que su hija estaba destinada a ser, Olivia Crouch solo podía pensar en las palabras de esa mujer.
En su mente solo se repetían esas extrñas palabras desde aquella noche.

Una nacida del cielo llegará,
su amor y su luz brindará,
el poder de las estrellas poseerá, cambiará el cosmos solo con cantar,
será la la luz o la oscuridad,
la nacida del cielo marginada será,
los que la rodean le temerán,
su luz será eterna,
solo si suena La balada de una estrella.

𝐋𝐀 𝐁𝐀𝐋𝐀𝐃𝐀 𝐃𝐄 𝐔𝐍𝐀 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀   - 𝐓𝐡𝐞𝐨𝐝𝐨𝐫𝐞 𝐍𝐨𝐭𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora