25. Hoax (parte 2)

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Spencer se levantó desorientado, Taylor no estaba a su lado y se asustó.

— Se está duchando — le dijo Morgan. — ¿Cómo durmió?

— Mal. — Spencer se sentó en la cama — No durmió nada.

— ¿Y tú? — preguntó de nuevo — ¿Estás bien?

— Estoy muy preocupado. — suspiró — Por ella, por Evelyn.

Se levantó de la cama.

Morgan se acercó a él y le abrazó. Reid apoyó la cabeza sobre el hombro de su amigo.

Se escuchó un golpe en el baño, pocos segundos después otro. Spencer se acercó a la puerta.

— ¿Taylor? — preguntó — ¿Estás bien?

No hubo respuesta, solo otro golpe.

— ¿Taylor?

Se giró hacia Morgan y al ver que estaba de espaldas abrió la puerta. Estaba parada delante del espejo, con el cepillo en la mano.

— Es la tercera vez que se me cae.

— ¿Te ayudo? — le dijo acercándose con cuidado por la espalda y cogiendo el cepillo.

— ¿Serás capaz?

Sonrió.

— ¿Dudas de mí, doctora?

Taylor asintió con la cabeza y una pequeña sonrisa salió de su rostro. Spencer le empezó a pasar el cepillo por el pelo, con cuidado. Cuando terminó lo apoyó contra la encimera y abrazó a Taylor por la cintura.

— Buenos días — le dijo contra el oído.

— Buenos días — respondió y se giró para darle un beso en los labios.

— Genios, perdón por interrumpir — dijo Morgan — Hotch ha llamado, en el aeropuerto en una hora.

La doctora le pasó los brazos por el cuello y volvió a besarle, luego se separó. Se colocó el cuello de la camisa blanca que llevaba y tras ello salió del baño.

Spencer salió poco después, tenía el pelo húmedo.

Recogieron todas las cosas y los tres salieron.

(...)

Hacía media hora que había despegado, estaban todos en los asientos grupales o cerca a excepción de Hotch que estaba en una mesa individual revisando unos archivos.

Taylor se levantó y se acercó a él.

— ¿Hotch? — preguntó — ¿Tienes un momento? Seré breve.

— Claro, siéntate.

Se sentó enfrente de él y se mantuvo callada, no sabía por dónde empezar.

—¿Te quieres ir de la UAC?

— ¿Qué?

— Si lo que me vas a dar es una carta de dimisión la guardas, no la voy a aceptar. — suspiró — Perdona si te he hecho dudar de tu valor como criminóloga. Has tenido un caso malo, pero eso no te hace una mala profesional. Eres una de las mejores criminólogas con las que he trabajado.

— Hotch, no me quiero ir. — contestó interrumpiendolo — Pero necesito hablar contigo.

— ¿Qué ha pasado? — le preguntó con preocupación.

— Te lo explicó con detalle cuando lleguemos, quería saber si tendrías un momento al llegar.

— ¿No quieres hablarlo ahora? — Taylor desvió la mirada hacia sus compañeros — En cuanto lleguemos a mi despacho.

Química perfecta (Spencer Reid) - Química 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora