𝐌𝐚𝐭𝐭𝐡𝐞𝐨 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞-𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬

𝐉𝐮𝐬𝐭 𝐚 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦

Me encantaba disfrutar de la brisa y la luz que me proporcionaba el día.
Sin embargo la noche hacía cosas que ni siquiera el día podría hacer.
Me hacía pensar en él.
Y probablemente en un punto hacerme creer que estaba con él de verdad, de igual terminaba dándome cuenta que no era real, nada lo era en mi vida.

En este momento me encontraba en la terraza de mi habitación, sentada en mi mecedora fumándome un cigarrillo, o quien sabe podrían haber sido dos o tres, ni siquiera llevaba la cuenta de cuantos eran pero ya no quedaban tantos en la cajetilla.

Lo único que podía hacer era ver cómo mi padre se encargaba de mostrar cosas que no eran como"La familia perfecta". Él era mucho más mentiroso que la mentira de que todos éramos perfectos aquí.

Siempre era "La Familia Malfoy esto", "La Familia Malfoy el otro", "Ya viste a la Famila Malfoy?", "Quisiera que mis hijos fueran como Draco Malfoy y como Anessa Malfoy", "Ojalá Anessa y Draco fueran mis amigos", todo eso era estúpido, pero no más que mi papá.

Siempre prometí nunca amar a un hombre y menos a alguien como mi papá, ¿Cual era la tragedia?
Tom Riddle, eso era.

Y no es que el fuera malo, simplemente no era Mattheo.

Unos ruidos en mi puerta me sacaron de mis pensamientos.
Un toque incesante.

—¡Ya voy!.–grite en respuesta.

Me levante de la mecedora, escondí la cajetilla de cigarrillos en un cajón oculto en el suelo, tome una menta y finalmente me acerque a la puerta para ver quien era.

Me encontré con la sorpresa de un Riddle , ojalá hubiera sido el que yo quería que fuera, en su lugar había un chico muy serio de casi dos metros, cabello ondulado y negro, ojos de un color verdoso azulado y vaya que se veía tan elegante con su traje todo negro.

—¿Pasó algo Tom?.–pregunte hacia la única persona que había ahí.

—Dice mi padre que bajes para la cena, todos estamos esperando por ti pequeña Malfoy.–soltó Tom con apuro.

—Dame cinco minutos Tom y ahí estaré.–le solté rápidamente mientras me balanceaba hacía mi armario para tomar un vestido negro y unos tacones de el mismo color que el vestido.

—Te voy a esperar aquí afuera para escoltarte a la cena.–soltó el mayor para luego salirse de la habitación cerrando la puerta.

Me vestí rápidamente, me puse unas cuantas joyas y para finalizar cepille mi sedoso cabello blanco.

Cuando salí de mi habitación se encontraba un Tom recargado en un pilar.

—Tom.–trate de llamar su atención.

—¿Si?.–preguntó él.

—Ya vámonos.–dije para tomarlo por el brazo y entrelazado con el mío.

Lastimosamente estaba comprometida con Tom Riddle, pero a quien yo quería era a su hermano.

Tenía la maldición Malfoy, esta se basaba en que nunca tendrías tus propias decisiones y que siempre serías rebajada por un hombre con más poder que el que tú lograrías tener.

Sabía que mamá veía su reflejo en mi.
Conocía su historia bastante bien, ella fue obligada a casarse con alguien que no quería  solo para mantener el legado de "Sangre Pura" y ya después de tanto ella se logró enamorar de Lucius, nunca supe si él lo hizo de ella.

Cuando bajamos Tom y yo absolutamente todos los que estaban ahí se nos quedaron viendo.
Estaba la famila Nott, Greengrass y los Parkinson.

En la cabeza de la mesa se encontraba Lord Voldemort , a su izquierda estaba Lucius y enfrente de él estaba mamá, luego estaba Tom enfrente de él estaba yo, a mi lado estaba Mattheo y enfrente de él estaba Draco.
Y pues las demás familias estaban acomodadas por parejas, las parejas iban en frente una a la otra.