Apresurado-Capitulo 15

194 36 16
                                    

Pensó que se acercaría para hablarle, decirle algo o por lo menos saludarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pensó que se acercaría para hablarle, decirle algo o por lo menos saludarlo. Sin embargo, no hizo ninguna de las cosas que pensó. Solo observó como se puso delante suyo mientras parecía comerlo con la mirada. Aquino miró hacia otra parte. El guarda espalda de su mamá puso una mano en su gorra. Quitándose aquella gorra misteriosa que al momento de ser retirada se pudo notar unos cabellos color azabache.
Aquino miro totalmente hipnotizado cada acción que el chico hace frente suyo. No puede evitarlo, su sonrojo crece y ahora sus orejas permanecen rojas por las puntas de las mismas.

El azabache agarra la orilla de la mascarilla del chico. Acercándose al castaño lo suficiente como para que este pueda mirar más de cerca aquellos ojos tan brillantes, aquellos ojos que tanto le suena y lo hacen enloquecer por dentro. Se acerca un poco más. El corazón del castaño no hace más que latir. No lo sabe, pero ese chico quizás tenga algo que ver con ese problema.
Quizas era por que aún no sabe que él será el dueño de cada uno de sus latidos de hoy en adelante.
Con cautela se acerco un poco más, y con una suficiente cercanía pudo susurrarle en el oído aún agarrándole de la orilla de la punta de la raíz la mascarilla.

.- ¿Puedo...?

Una pregunta en un momento tan indecente, pero a la vez una pregunta tan formal.
Su voz obviamente no era como lo suponía, pero se conformaba.
No pudo responder, ni si quiera sabía que responder. Por un rato se le quedo viento con asombro reflejado en sus ojos. Luego de un rato se dio cuenta que debía responder. Su cuerpo tembló un poco y luego con un respiro pesado fue preparando lo que diría al chico lindo azabache.

Aquino.- Si...

Una respuesta sin muchas palabras, pero sencilla para hacer comprender lo que quería del otro. Las miradas entre ambos hombres no se rompía. Parecía que no sabían parpadear o si quiera respirar, claramente cualquiera de los viera notaria al instante que ambos estaban perdidos en ese mundo, en su mundo. Si me lo preguntas, esto es muy apresurado. Pero eso daba igual si a los protagonistas no les importaba ese tema en lo absoluto.

El guardia sabía lo que hacía, pero últimamente estaba tan intrigado con el rostro del mayor en estatura que no le importó tener que ponerse un poco de puntilla para alcanzarlo.
Aquino se sentía extraño, dejando a un desconocido descubrir su rostro. Cuando ni la mascarilla se lo quitaba para dormir.
Poco a poco, la mascarilla era bajada. Hasta que de pronto todo se hizo oscuro. Aquino se mantuvo firme mientras el contrario se exaltó y tropezó un poco cayendo en el hombro de Aquino. Dándose cuenta dentro de poco que su rostro había sido liberado de aquella mascarilla

Aquino lo abrazo por la cintura y con algo de sigilo agarró aquella máscara que tanto ocultaba al azabache. El otro no se molesto, volvió a ponerse en su lugar y vio a Aquino con atención, tomando en cuenta que este tiene las intensiones de quitarle su máscara que tiene terminante mente prohibido sacarse por temas de seguridad que solo la mamá de Aquino conoce.
La máscara fue sacada. Ambos sentían que ya se conocían, se sentían tan familiarizados, y a la vez se sentían tan contados que en medio de una oscuridad intensas ambos rostros a ambas personas les fueron descubiertas. Sin embargo, aunque sus rostros permanezcan desnudas, no podían verlo. Justo en ese momento no podían verse cuando ya estaban rl otro frente al otro.

Aquino no lo logró ver, pero algo en el se seguía repitiendo

.- 'Es el chico de mis sueños'

El otro no reaccionaba, al parecer se le había olvidado su trabajo.
La madre de Aquino lo llamó, Duxo volvió al mundo y agarro su máscara que Aquino yacia en sus manos, colocándoselo por temas que solo la mamá de Aquino conoce realmente.

Aquino se quedó en su lugar, impactado. Con una mano en el pecho y con su corazón acelerando, dándose cuenta que sin querer se estaba ilusionando con alguien que ni conoce, pero podría jurar lo contrario.

Parecían almas gemelas perdidas, que al encontrarse no pudieron hacer más que quedarse impactados por el hallazgo de su otra mitad...

720 palabrasHasta nuevo aviso!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


720 palabras
Hasta nuevo aviso!

El luce como un...⟦SUEÑO⟧ //Duxino//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora