Capítulo 10: Pesadillas

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Nota de Autor: Este capítulo me gusta mucho, aunque mi favorito es el 12 jeje.

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Era poco más de medianoche cuando Kidou comenzó a agitarse en sueños de nuevo, a pesar de tener la ventana abierta y que una suave brisa entraba por ella tenía el cuerpo cubierto en sudor y su cara se contraía en agonía.

Con un gemido de angustia se despertó de golpe, sobresaltado. Se llevó la mano a la cara y se dio cuenta de que lloraba. Los límites de los objetos se desdibujaban ocultos en la noche y en el desvelo del muchacho.

Qué sensación más horrible. ¿Qué le ocurría? Llevaba ya varios días atendiendo a la Universidad y sin embargo aquellos sueños no habían cedido en absoluto.

Sintió un estremecimiento al superponerse en su mente una de las imágenes del sueño, unos ojos verdes que lloraban... lloraban sangre.

Su mano fue inconsciente hacia el móvil sobre la mesita de noche y marcó un número. No supo por qué lo hizo, ni siquiera se dio cuenta de que lo hizo, pero cuando fue a colgar considerando aquello poco menos que un delirio, la llamada se descolgó. Notó que se le paralizaba el corazón por un segundo para luego latir mucho más rápido, su respiración agitada, la voz sin nacer de su garganta. Tenía que decirle que había sido un desliz; pero...

Al otro lado se oyó un suspiro profundo.

"Voy para allá."

Y colgó.

Kidou se quedó con el móvil en la mano, paralizado. Los contornos de los objetos comenzaban a tomar forma y volverse nítidos, la bruma de la pesadilla se disipaba. Intentó contactar de nuevo con él; pero fue en vano.

Media hora después oyó ruidos en el exterior, se incorporó en la cama justo para ver que desde su ventana aparecía un cuerpo. Su corazón se disparó de inmediato y estuvo a punto de gritar; pero entonces la silueta se giró y sus ojos verdes mar relucieron en la penumbra.

"¿Qué...?"

Fudou entró de un salto a la habitación tras quitarse las zapatillas y tirarlas sin miramientos al suelo, dirigiéndose directamente a la cama de Kidou. Se subió encima del colchón y se sentó a su lado.

"¿Qué haces aquí?"

"Ya te dije que venía."

La cama crujió suavemente bajo el peso de sus cuerpos, Fudou alargó los brazos y abrazó a Kidou que seguía sudoroso.

"Pero... yo no..."

Fudou resopló.

"¿Vuelves a tener pesadillas?"

Los ojos rojos de Kidou se abrieron un momento, luego se cerraron y asintió con la cabeza; se dejó abrazar, notando el olor de Fudou y sus manos firmes en su cuerpo. Se agarró a su espalda, comenzaba a sentirse más tranquilo, había algo en él que lo reconfortaba, un calor de afecto que alejaba los malos recuerdos del sueño, como un talismán.

"No quería molestarte... no sé por qué te llamé."

"Nunca me molestas, Yuuto."

Se mantuvieron abrazados un rato, hasta que Kidou se separó y miró a su amigo, no parecía ni que se hubiera cambiado de ropa, pues llevaba un pijama corto con dibujos de dinosaurios, Fudou sonrió al descubrir su mirada sobre su ropa.

"No te preocupes, siempre guardo una muda de ropa en tu casa, por si acaso."

Kidou sintió que se le revolvían todas las tripas al escuchar aquello, respiró exaltado. Ahora entendía de quién era una camiseta con un diseño de algún anime que consideró horrenda y que estaba junto a una muda limpia de ropa interior y unos pantalones cortos.

Acórdandome de ti [KidouxFudou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora