Prólogo

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En los confines del Mediterráneo Oriental, donde los vientos danzan entre los cipreses y el mar acaricia las costas bañadas por el sol, se encuentra la isla de Chipre. Conocida por sus historias de amor y tragedia, sus paisajes exuberantes y sus secretos bien guardados, esta tierra antigua respira un aire de misterio y romance. Es ahí, en esa tierra impregnada de historia y encanto, donde comienza la historia.

En medio de la brisa salada y los aromas de las especias del mercado, un joven de corazón inquieto se prepara para despedirse de Chipre y embarcarse en una nueva aventura. Su nombre es Colin Bridgerton.

Colin, un espíritu libre y amante de los viajes, ha pasado los últimos meses explorando los rincones más remotos de esta isla mediterránea. Desde las antiguas ruinas hasta los callejones llenos de color de sus pueblos, ha absorbido la esencia misma de Chipre, dejando una marca indeleble en su corazón inquieto. Pero ahora, con el sol poniente tiñendo el horizonte de tonos rojos, Colin se encuentra en la encrucijada del viaje. Los lazos de la tierra natal, de la familia y del deber, tiran de él como las corrientes del mar. Es hora de regresar a Londres, a su hogar en la bulliciosa ciudad donde su familia y sus amigos esperan su regreso con ansias.

Sin embargo, aunque se despide de Chipre con un nudo en la garganta, Colin sabe que su espíritu viajero nunca se extinguirá por completo. Siempre habrá un nuevo horizonte que explorar, una nueva cultura que descubrir y una nueva historia que contar.

Así, mientras el barco se balancea suavemente en las olas, Colin Bridgerton contempla el ocaso sobre el mar, lleno de emoción y nervios por el viaje que le espera en el horizonte de su vida. Estos meses le habían servido mucho para pensar en ese pequeño dilema que tanto tiempo lo había estado atormentando y, desgraciadamente no había encontrado ni una solución para ese pequeñísimo problema. Pero, por alguna razón extraña, ese día no había pensado demasiado en él.

Su hermano el vizconde Anthony Bridgerton tenía el título y un deber en la vida. Y su otro hermano mayor, Benedict, había encontrado su lugar en una de las academias de arte más importantes de Inglaterra. Los dos tenían algo importante, algo por lo que podrían ser recordados en un futuro.

¿Pero él? ¿Qué tenía él? Colin sentía que nada, y eso machacaba su corazón más que cualquier otra cosa.

Tenía una familia que lo amaban y que él mismo amaba con locura, sí. Pero, ¿aparte de eso, qué? Nada, solo demasiado tiempo libre que sentía que no estaba aprovechando al máximo.

El señor Bridgerton llenó su lugar de un suspiro y abrió su diario por una página limpia para comenzar a escribir.

"Abril, 1815.

Hoy marca el día en que finalmente estoy abandonando Chipre después de un largo y cautivador viaje por esta tierra de encanto y misterio. Mientras observo desde la cubierta del barco cómo las costas de Chipre se desvanecen en la distancia, no puedo evitar sentir una mezcla de melancolía y anticipación por lo que me espera en mi amada Londres.

Han pasado meses desde que llegué a esta isla mediterránea, meses llenos de aventuras, descubrimientos y momentos que atesoraré por el resto de mis días. Desde las estrechas calles adoquinadas de Nicosia hasta las majestuosas ruinas de Kourion, cada rincón de Chipre ha dejado una marca indeleble en mi corazón.

Pero ahora, mientras el barco corta las aguas azules hacia el norte, mi mente vuela hacia mi hogar en la bulliciosa capital británica. Echo de menos a mi querida madre, a mis hermanos y, por supuesto, a mis adorables sobrinos que seguramente habrán crecido desde mi partida. La idea de reunirme con ellos una vez más me llena de alegría y ansiedad, como una ola que rompe suavemente en la orilla.

Sin embargo, aunque anhelo volver a casa, sé que una parte de mí siempre permanecerá aquí, en Chipre. Sus paisajes serán un recuerdo imborrable en mi mente, sus historias resonarán en mi corazón y su espíritu aventurero seguirá inspirando mis futuros viajes.

Mientras escribo estas palabras con la pluma temblorosa por la emoción, me despido de Chipre con gratitud y reverencia. Que esta isla de mitos y leyendas siempre permanezca en la memoria de aquellos que tienen la suerte de explorar sus encantos.

Hasta pronto, Chipre. Y bienvenido de nuevo, Londres."

— ¡Señor Bridgerton, señor Bridgerton!

Colin se giró levemente sobre su sitio al escuchar los llamados de su criado, Valdder. Que caminaba aligeradamente hacia él agitando un sobre en el aire. Recién habían abandonado uno de los puertos más importantes de Chipre, así que el tercer hermano Bridgerton no dudaba que el sobre acabase de llegar.

— Correspondencia desde Londres, para usted.

Colin guardó su pequeño diario en el bolsillo interior de su chaqueta y se apresuró a alcanzar la carta. No tardó en reconocer la firme pero curvada caligrafía de su adorable madre.

"Querido Colin,

Espero que esta carta te encuentre bien y en buen ánimo. ¡Cómo extrañamos tu presencia aquí en casa! La Aubrey Hall parece un lugar vacío sin la energía y el espíritu aventurero que siempre traes contigo.

Te escribo para contarte algunas noticias que sé que te interesarán. Primero y más importante, Francesca ha estado bastante nerviosa estos días. Como sabes, su presentación en sociedad está próxima, y la idea de enfrentarse a la reina la tiene un tanto ansiosa. La pobre niña apenas puede dormir pensando en ello. Trataré de reconfortarla lo mejor que pueda, pero tú siempre has tenido un don especial para calmar los nervios de los demás. Quizás podrías enviarle unas palabras de ánimo en tu próxima carta.

En otro orden de cosas, las hijas de Daphne, las pequeñas Amelia y Belinda, están creciendo a pasos agigantados. Parece que fue ayer cuando nacieron, y ahora ya están correteando por los jardines como si fueran pequeñas duquesas en miniatura. Es un verdadero espectáculo verlas crecer tan rápido.

Pero hay algo más que necesitas saber, ya que me pediste que investigara. Durante todo este tiempo, Eloise ha mantenido un silencio absoluto sobre Penelope Featherington. No tengo idea de por qué ha decidido distanciarse de su amiga, pero lo más preocupante es que Eloise no ha compartido los motivos conmigo. Me duele verlas distanciadas de esta manera, pero hasta que Eloise decida abrirse, no puedo hacer mucho más que esperar y apoyarla en lo que necesite. La señorita Featherington respondió a mi carta haciéndome saber que estos días no había venido de visita porque ha querido pasar más tiempo con su familia después de todo lo ocurrido.

Espero que pronto puedas regresar a Londres y poner orden en esta maraña de secretos y emociones. Tu presencia siempre es un bálsamo para nosotros, querido Colin.

Con todo mi amor y apoyo,

Lady Bridgerton"

— ¿Valdder?

— ¿Si, señor?

Colin guardó la carta haciendo una mueca junto a su diario. Probablemente su madre mandó la carta hace varias semanas (por no decir meses), así que no tenía sentido responderla cuando estaba volviendo a Londres para la nueva temporada. La vería pronto.

— ¿Cuánto crees que durará este viaje hasta Londres?

Valdder tardó pocos segundos en darle una respuesta al hombre al que tantos años llevaba sirviendo ya.

— Dos días.

— Espléndido. Justo a tiempo para la temporada— el señor Bridgerton se volvió a sentar y echó un rápido vistazo al esplendor del mar.—. Por cierto, tengo un poco de hambre.

Valdder asintió rápidamente y realizó una pequeña reverencia.

— Hablaré con el cocinero ahora mismo, señor.

Y mientras Valdder se encargaba de su nuevo recado, Colin se quedó pensativo apoyando su brazo en la borda. El fresco viento azotaba su cara regalándole una sensación maravillosa, pero, en esos instantes, solo podía fijarse en los tonos rojizos que el cielo había tomado.

Su corazón pegó un brinco, ¿Por qué ese color le resultaba tan familiar y, a la vez, fascinante?

Cazando a Lady Whistledown. (#PolinFanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora