Naruto - El Libro ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 15

Naruto e Ino se acercaron al borde del acantilado, esperando a que su familia se diera cuenta de lo que tenían que hacer. Naruto observó cómo Kakashi cogía a Sumire en brazos. El hombre de pelo plateado le dedicó una última mirada. "Naruto... siento que te hayamos dejado caer tan lejos como lo has hecho... en cierto modo, todos somos culpables". Dijo con verdadero remordimiento en su tono. "Ojalá hubiera sido diferente". Dicho esto, empezó a cojear hacia el borde.

Naruto lo observó marchar durante unos instantes. "Yo también... Kakashi...", gritó. El Jonin de pelo plateado detuvo su marcha durante un leve segundo. No se dio la vuelta, pero se detuvo para asimilar aquellas palabras. En su mente, esas palabras fueron dichas por la boca del Naruto más joven. El anterior a éste. Así eligió recordarle. No con aquella máscara perturbada en su rostro. Con el corazón encogido, los abandonó a la batalla de su destino. Sabiendo que sólo emergería un bando.

Cuando se fue, Minato miró a Naruto, nadie se movió, sólo permanecieron en sus lugares, mirándose fijamente. "Naruto..." exclamó con voz hueca. "Independientemente de todo esto... o de cualquier cosa que hayas hecho en el pasado... Estoy orgulloso del espléndido shinobi en que te has convertido... Siempre lo he estado". Dijo desahogándose mientras aún podía. Para él, y para todos ellos... sabían que esta batalla acabaría con su muerte o la de su oponente. Aquí no habría piedad.

Menma fue el siguiente en hablar, pues también quería decir algo. "...No sé si significará algo para ti... pero... cuando éramos más jóvenes... la única razón por la que hice todo lo que hice... fue por ti... Por eso quise empezar mi entrenamiento tan pronto... Sólo quería alcanzarte... Parece que nunca lo hice". Dijo con una risita hueca, tragándose el nudo que tenía en la garganta.

Kushina tampoco tenía mucho que decir, pero sí algo. Suspiró, intentando no llorar delante de ellos. "No sé... por qué has hecho esto... No sé cuánto significa para ti... Pero..." las compuertas empezaban a abrirse. Por suerte para ella, un trueno pareció dar el pistoletazo de salida a la lluvia que empezó a caer con increíble rapidez. "Ésta es la vida que elegiste... y no importa... no importa el contexto". Dijo con una risita triste. "Encontraste a alguien que te quiere... Alguien que te permite ver el mundo... Estoy tan... feliz por ti". Dijo sincera en sus palabras.

Naruto aún no había dicho nada. Se limitaba a observarlos, sus ojos seguían a quienquiera que estuviera hablando. Cuando todos hubieron dicho lo que tenían que decir, miró hacia el mar, observando el agua que giraba violentamente debajo. Le pareció que encajaba poéticamente con la situación. "Mírame mientras duermo y sonríe cuando despierte... Antes de que vuelvas a acostarme, recuerda mis últimas palabras. Siempre seremos como siempre fuimos. Completos, incluso tan rotos como estamos... siempre estaremos completos. Créeme cuando lo digo, porque lo diré una vez más. Siempre seremos...".

Sus palabras terminaron ahí e inhaló profundamente. Se volvió hacia el grupo y se tranquilizó.

"Sé lo problemático que puede ser esto... la familia enfrentada a la familia. He visto esta escena muchas veces". Dijo cosechando miradas confusas de los tres. Se encogió de hombros. "Lo leí en un libro... En realidad, en muchos libros. Parece algo habitual que los familiares se maten entre sí... después de todo, estas situaciones dan lugar a las mejores historias". Mientras hablaba, se preparaba para la batalla que se avecinaba quitándose la chaqueta. "Tal vez sea por algún designio enfermizo de la humanidad tener pensamientos perturbadores de matar a nuestra propia familia". Se desabrochó la espada y la correa, colocándola alrededor de su forma. "Con lo común que es, habría que suponer algo parecido, ¿no?".