Capítulo 8.- Los medios para la guerra

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Santiago estaba sentado frente a un grupo de hombres que rodeaban una mesa circular, en cierta forma parecían sus profesores a punto de regañarle por quedarse dormido en medio de la clase de filosofía, oh por haber incendiado la piscina (aun se preguntaba cómo carajos el agua había ardido), aunque en realidad, estos caballeros reunidos frente a el, eran los magnates de las megacorporaciones que armaban a Aldrovia, aunque ahora mismo se lamentaba no haber escrito que eran corporaciones estatales, pues eso seguramente le habría ahorrado varios problemas a la hora de hablar sobre crear nuevas y mejores armas

En cuanto a los Skywalker, los Lars, Kenobi y Yoda, estaban pasando una agradable velada en una pequeña hacienda en las montañas Krazevia, la cadena montañosa más grande y larga del planeta, y un lugar de retiro, esto fue por insistencia de él mismo, ¿por qué negarle la posibilidad al Joven Padawan de pasar tiempo con su madre? eso solo causaría que su necesidad de saber sobre ella sea menor al saber que estaba segura

Ahora, volviendo a los negocios, los hombres estaban revisando los planos que le habían entregado, armas para la causa, ciertamente debería poner algún sistema de seguridad en caso que estas fueran capturadas, algún tipo de comando de Voz personalizado para los capitanes y... no, eso sería estúpido, debería tener un sistema de seguridad personalizado para cada nave, así evitando que cierto individuo cuyo nombre empezaba con Anakin y terminaba en Skywalker llegará a abordarlas pudiera repetir algún complejo sabotaje electrónico, además de repartir los códigos o palabras clave entre los oficiales a bordo

- Su excelencia esto... ¿como se llama? - preguntó uno de los hombres que respondía al nombre de Radak

- Un crucero, aunque personalmente lo catalogaría como Crucero de Batalla Pesado - enmarco Santiago

- Más que un crucero parece una fortaleza voladora mi señor, parece que se prepara para una guerra -  Santiago asintió ante la observación de Radak

- Así es, me preparo para una guerra, una guerra total de principio a fin y para ello, las naves actuales, pese a su poder de fuego abrumador, no serán suficientes - los hombres le dedicaron una mirada de interés y Santiago no supo decir si era por el concepto de guerra total o por que les había dicho abiertamente que irían a la guerra

- Mi señor Revan, si usted planea conquistar la galaxia, debo recordarle que a los últimos que intentaron eso no les fue muy bien que digamos - expresó un anciano, cuyo nombre era Taurus Hoffman, si bien Santiago recordaba a casi todos estas personas por que las había escrito el mismo, a Taurus no lo recordaba bien, si, lo había escrito pero no recordaba en que se especializaba el abuelo

- Si, a los mandalorianos se le subieron los ánimos a la cabeza y su mundo natal fue... bueno cristalizado en la escisión - Santiago trago un poco de saliva, estaba nervioso y necesitaba mantener el control - Pero nosotros no perderemos - declaró

- Posiblemente los mandalorianos pensaron lo mismo - contestó rápidamente Radak - lo han intentado los últimos milenios, y doy gracias a Kotor por que los desgraciados se volvieron pacifistas - comentó Hoffman

"La guardia de la muerte no opinaría lo mismo" fue el pensamiento que se cruzó por su mente, tosió levemente para desviar la atención de los mandalorianos, y regresar rápidamente al tema cuando todos lo miraron

- No lucharemos por dominar la galaxia, lucharemos por liberar la galaxia, la república es un barco que se hunde, y se hunde rápidamente - los hombres se detuvieron un instante, mirándole con atención, Santiago decidió continuar - Si necesitan un ejemplo, deben mirar nuestro sistema, nosotros construimos esto, nosotros nos defendimos, nosotros prosperamos, todo lo hicimos por nuestra cuenta, sin ayuda de la república - uno de los hombres de nombre Gressva, que rondaba la mediana edad se puso de pie

Star Wars: Cambio de RumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora