VIII

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Hace muchos años atrás, en el epicentro de Francia, vivía una joven Reina llamada Lina

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Hace muchos años atrás, en el epicentro de Francia, vivía una joven Reina llamada Lina. Ella era joven e inocente que solo quería vivir su vida. Luego de que se casara con el Rey tuvo que cumplir con sus obligaciones reales. Aunque su personalidad despreocupada solo hizo que el pueblo la odie y,  poco a poco, ese mismo odio hizo que las personas se revelen en contra de los reyes.

El único consuelo de la reina era su mejor amiga Teresa. Ambas eran inseparables y buenas amigas. Cuando empezó la revolución del pueblo contra el reino, Teresa ideó un plan para salvar a su amiga de su destino lamentable.

Pasaron los días y el día de la ejecución se acercaba por lo que Teresa tenía que actuar rápido.

Lina se encontraba en su habitación real, la hora de su ejecución se acercaba y no tardarían en venir por ella, lo cual ella ya había aceptado su destino.
Ella se sorprendió cuando vió a Teresa entrar en silencio a su habitación, tenía un corte de pelo distinto al que suele usar y, para su sorpresa, era parecido al suyo.

Por la ventana se podia ver a los soldados que iban por la reina. Teresa debía actuar rápido. Le confesó su plan a Lina, la cual se negó a hacerlo, no dejaría que su amiga cumpla una condena que no le pertenece. Aún así, Teresa logró persuadirla:

Lina, mataron a mi esposo e hijos. No tengo ninguna razón para quedarme aquí. Déjame reunirme con ellos.

Logró que intercambiarán atuendos y, así , Teresa tomó el lugar de su querida amiga a la cual le entregó un trozo de papel, una dirección de un lugar en donde cree que estará a salvó, y ocultó su rostro con la capucha de su abrigo largo para salir desapercibida.

Finalmente, Lina escapó por la puerta secreta de su habitación y Teresa permaneció parada frente a la ventana cuando los soldados ingresaron abruptamente para llevarla.

Atada de brazos y piernas se encontraba frente a la guillotina para cumplir la condena en nombre de su reina para dar sus últimas palabras.

Lina, quien se encontraba escondida entre la multitud viendo horrorizada a su amiga. Teresa con la frente en alto dijo:

En la otra vida, sigamos tomando el té, querida amiga.

Y sin ningún rastro de compasión la "Reina" cumplió su condena.

Y sin ningún rastro de compasión la "Reina" cumplió su condena

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El baúl de los cuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora