Guilty Consience (Chaelisa)

2.- Ms Manobal.

—Pase señorita Park, siéntese— habló la linda maestra.

Estábamos en su pequeña oficina que se encontraba dentro de una gran habitación que se dividía en varias, conformando la "sala de maestros". Inmediatamente le hice caso y me situé en una de las dos sillas frente a su escritorio

—¿Gusta algo de tomar? Creo que tengo agua y jugo, te ofrecería licor si no estuviéramos en la escuela— bromeó acercándose a un mini refri que tenía en una barra.

—Agua está bien Profesora— respondí viendo sus miles de diplomas que adornaban la pared, sí que era una mujer preparada.

—¿Cuánto tiempo llevas en Corea, Rosé? ¿Te puedo tutear?— preguntó pasándome una botella de agua para después sentarse en su silla de cuero. Asentí con una sonrisa viéndola, la Profesora parecía una oficinista muy bonita.

—Llevo dos años y medio viviendo aquí— empecé y abrí la botella que me dió— Mis padres son muy amigos de la familia de Jisoo así que viví un tiempo en su casa, hasta que ella y yo nos pasamos a un apartamento pequeño para estar más cerca del instituto—concluí de lo más normal dándole un trago bajo su atenta mirada.

—Así que no es mucho tiempo, que buen gesto de la familia de la señorita Kim— habló tranquila.

—Sí, ellos han sido muy buenos conmigo Profesora y así como sus padres y los míos, Jisoo y yo somos mejores amigas— dije viendo mis manos, estaba demasiado nerviosa.

— ¿Por qué no me ves cuándo hablas señorita Park? ¿Te pongo nerviosa? ¿Te incomodo?

—N-no— tartamudeé— No profesora... sólo no estoy acostumbrada a hablar con personas como usted.

—¿Personas cómo yo?— frunció su ceño.

—Sí— suspiré — Usted es muy linda señorita Manobal— murmuré viéndola a los ojos, sonrojándome.

—Ah es por eso— rió dándome una sonrisa ladina— Yo también creo que eres muy bonita Rosé.

Sentí mis mejillas volverse aún más rojas, fuera de mis padres y Jisoo, era la primera vez que una mujer me decía eso.

—G-Gracias Profesora— tartamudeé ante su cumplido.

—Vamos Rosé, puedes agregar el "Manobal". Me gusta como suena mi apellido en tu dulce voz.

—De acuerdo Profesora Manobal— corregí rápidamente con pena.

—Buena chica.

La vi levantarse de su asiento, caminando hacia dónde yo estaba para ponerse enfrente de mi. Se sentó levemente en su escritorio, cruzando sus piernas, sus muslos quedaron expuestos haciendo que sus piernas se vieran más largas de lo que eran. Sentí mi corazón latir más rápido y mis manos volver a sudar, era demasiado para mis virginales ojos.

—¿Te puedo preguntar cosas más personales Rosie? ¿Te puedo decir así?— cuestionó llamando mi atención.

—S-sí y sí Profesora— alcé mi vista y nos vimos directo a los ojos.

—Si te incomodo o no quieres responder, no hay problema— sonrió amablemente— No te sientas con esa presión ¿entendido?— Asentí con una leve sonrisa en los labios. Era de verdad una mujer muy comprensiva y atenta. —¿Tienes novio?— comenzó preguntando.

—N-no— respondí. Que perdedora eres Park, estaba tartamudeando como nunca pero su mirada me hacía sentir... pequeña.

—¿Por qué no señorita Park?— siguió viéndome con suma atención e intriga.