Guilty Consience (Chaelisa)

13.- Aléjate de ella.

La semana había comenzado sin mayores inconvenientes. Jisoo jamás se dio cuenta que yo había salido el viernes por la noche y parecía tan ajena a la situación que me hacía sentir tranquila. 

Todo había salido perfecto. 

Me había tomado un momento de ir a la cafetería a comprar un poco de café para mi Unnie y para mí, estábamos a la mitad de la semana y mañana sería el día en que presentaríamos los últimos exámenes, por lo mismo estábamos encerradas en la librería como muchos otros alumnos lo hacían. 

Iba caminando tranquilamente al baño, iría ahí antes de llenar mi vejiga con más líquido. Estaba por terminar mis necesidades cuando escuché la puerta del baño ser bruscamente abierta y el sollozo de una chica inundó el lugar. 

—¡Es una hija de perra! ¡Es una total hija de puta la Profesora Manobal, Nayeon!— exclamó la quebrada voz mientras gritaba frustrada. Mi entrecejo se frunció de la molestia, ¿cómo es posible que esa estúpida chica se atreviera a referirse de esa manera de mi respetada Profesora?

 —Cálmate Mina, por dios ¿acaso quieres que alguien nos escuche? Sabes cómo son con el tema del respeto aquí— respondió Nayeon. Eran otra vez las dos chicas que ya había escuchado en una situación muy similar a la actual. 

—¡¿Cómo carajos quieres que me calme?! ¡¿Sabes lo que hizo?! ¡La muy hija de puta me mandó a exámenes finales porque no le entregué una tarea! ¿Crees que es justo?— soltó extremamente enojada la presidenta de la clase de a lado. La chica que hace un mes había dicho tener ganas de estar con mi Profesora se encontraba ahora maldiciéndola. 

—¿De verdad? ¿Tan exigente es? — contestó la otra chica visiblemente sorprendida. 

—No lo sé y no me importa, solo sé que la muy cabrona me ha jodido— continuó rabiosa— Mis padres me van a matar Nayeon, de seguro van a querer quitarme el viaje a Aspen de vacaciones.

 —Tenlo por seguro— murmuró bajo— Quien diría, hace un mes querías follártela y ahora la detestas— añadió burlona y al instante se oyó un golpe— Auch, ¿qué te pasa? 

—Deja de reírte de mí, no vaya a ser que te pase lo mismo— dijo un poco más calmada la irrespetuosa Mina— ¿Ya checaste tus calificaciones? 

—No, las iba a ver hoy en mi casa, mis padres se aseguran de verlas conmigo para evitar que les mienta. 

—Entonces te deseo mucha suerte— dijo finalmente la chica para salir del baño, así como entró. Azotando la puerta. 

La otra chica entró a uno de los cubículos y cuando escuché que aseguró la pastilla salí rápidamente del baño, lavé mis manos de la misma manera y salí del lugar antes de que la otra chica se percatara de mi presencia. 

Así que Lisa las había reprobado, no pude evitar sentirme un poco culpable al respecto ¿habrá sido por el tonto comentario que dijeron aquella vez? ¿O de verdad se merecen que mi Lisa las haya mandado a finales? Eso era lo peor que te podía pasar como estudiante pues te obligaba a sacar un puntaje perfecto en el examen al igual que en los dos siguientes periodos. 

Pensativa en la información que llegó a mi sin pedirla me dirigí a la cafetería para comprar dos ice americanos para poder aguantar otras dos horas pegadas a los libros. En medio de mi trayectoria no me di cuenta de que una chica venía hacia mi hasta que nuestros hombros chocaron y el sonido de libros tocar el piso resonó por el pasillo casi vacío. 

—Fíjate por dónde vas idiota— murmuró la chica pelinegra con la que choqué. Inevitablemente me molesté por la manera en que se había dirigido a mí y una risa de incredulidad salió de mis labios al ver que se trataba de Minnie— ¿Te causa risa? ¿Qué te parece gracioso? — añadió molesta, enfrentándome directamente. Ella era solo un poco más alta que yo, lo que intentó aprovechar para intimidarme.