10.- ¿Qué carajos?

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070 Shake— Guilty conscience. (Escúchenla, altamente recomendada para lo que se viene)

El sonido de varias voces se escuchaban en el piso de abajo, sonaba como si estuvieran discutiendo y con el temor del mundo bajé los escalones, en cada uno sintiendo como el nudo en mi estómago iba creciendo.

Cuando llegué al último escalón pude oír con claridad las voces, una era la de mi Profesora y la otra era una masculina ¿Lisa vivía con un hombre? De repente los pasos se escucharon más fuerte hacia donde estaba y llegó un hombre alto y delgado en un costoso traje negro con detalles blancos, el cual me vió fijamente cuando se percató de mi presencia. Su rostro se veía molesto y uní los lazos, él era el papá del niño pues el pequeño tenía los mismos ojos que él.

—¿Quién carajos eres? ¿Qué haces en mi casa?— habló el hombre de aproximadamente 1.87cm con un fuerte acento en su coreano, dejándome ver que no era su idioma natal. Él parecía ser occidental o europeo por sus rasgos faciales y también parecía tener mucho dinero por el brillante reloj que tenía en la muñeca.

—Fréd déjame explicarte, no es lo que parece— intervino mi Profesora. Ella estaba vestida con una camiseta pequeña y un pantalón deportivo. Su rostro se veía preocupado y su tono de voz sonaba angustiado.

—¿No es lo que parece? ¿Por qué le dijiste a Dara que llevara a Antoine a la casa de mi hermano y que todos los demás se fueran?— preguntó molesto el hombre.

—¿Recuerdas que te había dicho que estaría dando asesorías por pedido del señor Min? Es ella la chica— respondió tan segura la Profesora Manobal que por un momento le hubiera creído sino supiera la verdad.

—Lisa habíamos hablado ya de esto, prometiste que no ibas a traer a tus estudiantes a la casa— murmuró el ahora conocido Fréd acercándose a ella— ¿Qué piensan tus papás de que estás en la casa de tu maestra? ¿Te dejan venir?— preguntó viéndome. Sus ojos me veían con seriedad y claro que no pasó por alto que mi cabello estuviera húmedo.

—Y-yo— tartamudeé sin saber que más decir. Estaba en una situación incómoda, estaba siendo mucho para procesar.

—Fréd no la cargues en contra de ella, le pediré un carro para que vaya a su casa— intervino Lisa al ver que el hombre caminaba hacia mí. Sus ojos me inspeccionaron cuando estuvo más cerca y lo vi fijar su atención en una zona especial de mi cuello.

—¿Cuántos años tienes?— inquirió serio.

—Frédéric te dije que yo me encargo— habló mi profesora acercándose a la tensa situación. Yo estaba completamente congelada, no sabía que hacer ni que decir.

—¿Sabías que no es de una señorita decente estar en la casa de su Profesora casada con el cabello húmedo y a solas?— murmuró seco, viéndome fijamente a los ojos. De todo lo que él había dicho mi cerebro solo pudo procesar una cosa "Profesora Casada", Lisa estaba ¿casada?

—¿Estás casada?— solté bajo, tan bajo que pareció un susurro inaudible. Inmediatamente la busqué con la mirada y ella por primera vez desde que la conocí, no me vió, al contrario, su mirada estaba fija en el hombre castaño que parecía querer golpearme.

—Por supuesto que está casada— contestó Fréd— Estás en mí casa, en la de mi esposa y en la de mi hijo así que te pido con respeto que te retires por favor— dijo el alto hombre. Mi vista se nubló y sentí mis oídos zumbar ¿mi Profesora estaba casada? Y no solo estaba casada, tenía un hijo con el hombre frente a mí, que me veía con tanta desaprobación que revolvió mi estómago— Iré a servirle la comida a Antoine, hablaremos tú y yo más tarde— le murmuró a la castaña antes de irse a la cocina.

Guilty Consience (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora