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15 de agosto
7:00 p.m

Pasé días en el hospital, debido a que la herida fue un poco grave, pero gracias a que recibí atención médica inmediata, logré sobrevivir.

Más de 100 personas murieron en el tiroteo de aquel día, esta fue una noticia que se reconoció a nivel internacional, se sabía que hicieron eso con el propósito de matarnos a nosotros 4, y también se sabía que éramos hijos de mafiosos que estaban en boca de todo mundo. La gente nos echaba la culpa y decía que por culpa de un capricho nuestro, murió mucha gente, tristemente eso era cierto, por nuestra culpa murieron muchas personas inocentes...

Estaba aburrido y acostado en mi camilla, viendo la televisión, harto de estar en este horrible lugar, me quería dormir, hasta que vi a mi papá entrar a la habitación.

– ¿cómo te sientes? – arrimó una de las sillas y se sentó al lado de mi camilla.

– muy bien, ya no necesito estar aquí. – mi padre negó con la cabeza.

– si los doctores dicen que aún tienes que estar aquí, aquí seguirás hasta que ya no sea necesario que estés internado. – suspiré e hice un berrinche.

– quiero ver a Bill, ¿por qué no ha venido a verme?

– ni vendrá. – me senté en la cama de golpe temiendo lo peor.

– ¿qué?

– tuve un problema con Gordon, un problema muy grande, así que ustedes dos no se volverán a ver.

– ¿por qué? Nosotros no tenemos la culpa de los problemas que tengan ustedes. – fruncí el ceño, demasiado molesto, no podía permitir que me alejaran de Bill.

– el problema que tuvimos es respecto a la última salida de ustedes. Si te dispararon fue por culpa de Bill.

– ¡No, no fue su culpa! Los 4 estábamos conscientes de que había riesgo si salíamos y aún así no nos importó. – mi papá enfureció.

– ¡no me contradigas! Si yo digo que no te volverás a juntar con él, no lo harás y punto. – se dió la vuelta y salió de la habitación mientras yo me quedé solo y me sentí en la libertad de poder llorar por las estúpidas decisiones de mi papá.

Pasé más dias en el hospital, triste y sin ánimos de nada, hasta que salí, lo mismo fue llegando a mi casa, me hacía falta Bill. Estando en casa aproveché que ya podía usar mi celular y le escribí.

 Estando en casa aproveché que ya podía usar mi celular y le escribí

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By: Bill

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By: Bill

Pasaba el tiempo y yo cada vez estaba más afectado por esta situación, no había día en que no llorara por Tom o pensara en él, lo extrañaba demasiado, y mi mayor temor era que él no se sintiera igual, o que no me extrañara. Quería saber de él, pero su papá le cambió su número para que no le volviera a llamar. A mi padre le dolía mucho verme así, tanto que llegaba a amenazar al señor Jörg; sin embargo, él terminó amenazando a mi padre con matarme.

12:00 a.m.

Estaba solo y triste en mi habitación, acostado en mi cama, mirando hacia cualquier lado y sin cabeza para pensar, estaba deprimido. Tan solo de recordar los buenos momentos que pasé con Tom, las lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas, me daba rabia darme cuenta de que justo cuando había encontrado a esa persona que realmente me hacía sentir bien, me lo arrebataron, en pocas palabras, me arrebataron la felicidad.

Quería gritar y romper todo lo que estuviera a mi al rededor, hasta que mi papá entró a mi habitación.

– ¿otra vez llorando por lo mismo? Me duele verte así... – caminó hacia mi y me acarició el cabello mientras yo estaba acostado en mi cama simplemente mirándolo.

– lo extraño mucho, papá.

– yo sé que era tu amigo, pero su padre se encargó de alejarlo de ti.

– es mi culpa, por mi culpa casi muere. – me sentí aún más débil y lloré desconsoladamente en el regazo de mi papá.

– no, hijo, no es tu culpa, ustedes sólo querían divertirse, y si te protegió de ser atravesado por una bala, lo hizo porque te quiere. – logró tranquilizarme y asentí mientras me secaba las lágrimas.

– pero ya no aguanto más, papá, yo lo necesito. – mi voz se quebraba por las ganas de llorar, pero me contuve.

– Bill, siéntate. – obedecí y dejé de estar acostado, para sentarme en la cama y mirarlo directamente. – quiero que me seas lo más honesto posible. – asentí aún llorando, esperando que siguiera.

– ¿te enamoraste de Tom? – lo miré con confusión.

– claro que no, lo quiero cómo si fuera de mi sangre. No es la primera vez que piensan que me enamoré de él, y sinceramente molesta un poco, pero comprendo que los haga pensar eso. – mi papá suspiró un poco más tranquilo.

– está bien, hijo, necesitaba saber eso, sabes que de todas formas yo te hubiese dado todo mi apoyo. – hice un puchero, me daba sentimiento la manera tan bonita en la que me hablaba, y sentía más ganas de llorar. Él notó eso y me abrazó, de manera que mi rostro quedaba en su hombro y pudiera desahogarme.

– llora, mi amor, llora y grita si es necesario.

Vínculos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora