Prefacio

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«Una jaula de oro no deja de ser una jaula».✨

No hay peor cárcel que la mente propia, y es ahí donde alojamos nuestros deseos más anhelados, hasta los más prohibidos...

Incluso los más macabros.

Guardamos un espacio en nuestro subconsciente para todo aquello que sentimos, incluso para todo aquello que llevamos una vida reprimiendo.

Este libro es una carta de protesta a nuestra esclavitud mental, un poemario lleno de emociones que un día fueron agonía y sufrimiento por miedo a exteriorizarlo.

Serás tan libre como te hagas, recuerda que la única compañía que tienes garantizada hasta el día de tu muerte eres tu mismo; recuerda limpiar tu mente a fin de que sea un buen lugar para vivir.

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El jardín de mis musas perdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora