「𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝟮」

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CAPÍTULO 2: TOMÁS

(Narra Evelyn).

ME QUEDÉ en el ducto esperando a que Aris regresara, ya había pasado la hora en la que normalmente nos encontrábamos, y me estaba empezando a inquietar. Varios segundos más tarde escuchaba el sonido de alguien desplazándose. 

—Ya era hora, Aris. — Rodé los ojos. 

— Perdóname, Ev, tenía que traer a alguien.   

Hice una mueca de confusión, hasta que me fijé. Detrás suyo estaba el chico que había armado el pequeño espectáculo en el comedor. Nuestras miradas chocaron y el espetó una sonrisa, mientras yo decidí quedarme con mi semblante serio.

— ¿Entonces ya podemos dirigirnos al lugar? — Dije con un tono impaciente. 

Aris ascendió, y fuimos gateando a lo que se suponía que era la sala secreta , ya que, no sabíamos lo que se ocultaba dentro de esta. Cuando nos posicionamos cerca de la rendija de la puerta, nos quedamos callados observando, esperando a que algo sucediera. 

De un momento a otro, contemplamos a varios doctores, con lo que parecían ser camillas que trasportaban cuerpos tapados, de reojo pude ver al chico pecoso con una expresión de miedo y asombro. Por otra parte, Aris y yo nos mantuvimos como siempre, éramos conscientes de que hacían esto, por otras veces que habíamos viajado en los ductos. Cuando todo lo anterior desapareció de nuestras vistas, me dispuse a gatear hasta mi habitación, con Aris y el castaño siguiéndome por atrás.

Abrí la rendija que conectaba mi habitación con los tubos y esperaba a que ambos entraran. 

— ¿Qué era eso? —Preguntó el pecoso.

— Por el momento no sabemos, estamos intentando adivinar de una forma u otra que hay dentro de esa sala, pero suponemos que son cuerpos. — Intenté responder a su duda.

— Creemos que son las personas escogidas en la cena. —Aclaró Aris.

— ¿Y nunca habéis intentado entrar en esa sala y descubrir que hay dentro? 

Aris y yo negamos.

— Aunque hay una forma de entrar. — Solté, ganándome la atención del pecoso. — Aunque no creo que te guste.

— La cosa sería poder conseguir la tarjeta que los seguratas llevan. — Explicó de la forma más resumida posible.

— ¿Pero como las conseguiríamos?   

— Ahí es donde entras tú. — Sonreí, mientras veía la cara de confusión del chico.

— Tendrás que montar un alboroto, para llamar la atención de los seguratas, y cuando se acerquen a ti, intenta coger, sin que se den cuenta, una de sus tarjetas. 

— ¿Te crees capacitado para hacer esto? 

El pecho ascendiendo.

— Genial, contamos contigo, astilla.  

— ¿Astilla?

— Es una palabra inventada por nuestros habitantes, para referirse a una persona. 

— Preferiría que me llaméis Thomas, ese es mi nombre. 

Al escuchar el como se acababa de nombrar, hice una pausa, y me quedé pensando en el mote que le había puesto a la persona de mi sueño.

—Tomás.

El susodicho me miró y ladeó su cabeza con algo de confusión. Me puse nerviosa al sentir sus ojos penetrantes mirarme tan atentamente como si quisiera encontrar algo. Por lo que me dispuse ha hablar.

𝗔𝗩𝗔'𝗦 𝗗𝗔𝗨𝗚𝗛𝗧𝗘𝗥 ━ Tritón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora