Nidavellir

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Sabia que dejar a Thor atrás traería algunos problemas y mas si no te informaba a donde iba, pero es una de las tantas cosas de las que se preocuparía luego. Ahora, debía enfocarse en buscar a Eitri.

Le había prometido a Thor que le daría un arma poderosa luego de su entrenamiento, y él cumple sus promesas, como dicen, mas vale tarde que nunca.

Sabia que Nidavellir era un lugar iluminado por una gran estrella, y estaba feliz de poder verlo en persona, por lo menos antes de que Thanos venga a hacer de las suyas.

Era un intruso en la herrería de los enanos, sabia que por naturaleza serian recelosos con su trabajo y espacio de trabajo, no debía comportarse como el ser arrogante, sino venir en son de paz.

Loki estaba en modo sigiloso, viendo las maravillas del lugar. Sabia que tiempo no tenia de sobra, pero nunca hacia daño ver un poco. Estuvo andando hasta que visualizo a la persona que quería, Eitri.

Se acerco a él con cuidado de no asustarlo.

- Eitri – susurró su nombre, no fue buena idea

- ¡¿Quién?! – grito, alterando a los demás enanos

- Loki, de Asgard – tuvo que mostrarse para no asustarlo, aunque su fama no fuera buena

- Príncipe Loki – pronuncio con recelo el enano, era obvio que debía conocerlo, al ser hijo de Odín - ¿Qué lo trae aquí...solo?

- Ya sé que estás haciendo – no debía mostrarse vulnerable – vine para ayudar – debía mostrarse como una ofrenda de paz

- ¿a qué se refiere? – se hizo el desentendido

- ¿Es necesario que lo diga?

- No entiendo lo que tratas de decir – dejo de ser amable el enano y cambio a un lenguaje más brusco

- Estoy aquí, para salvar la vida de los trescientos enanos que se encuentran en este anillo

- No tiene que salvarnos de nada, ¿Quién quisiera hacernos daño?, además Asgard nos protege

- Tienes razón Asgard los protege – sonrió Loki, que causo escalofríos en Eitri – por eso debes escuchar mis palabras

- ¿Por qué debería?

- Tu sigue con el encargo que te dio – el enano abrió los ojos al verse descubierto – prepara el guante para él – Loki empezó a rodearlo a pasos lentos – dale lo que él quiere, te prometió que no dañaría la vida de los enanos que viven aquí, ¿no?, pero tu sabes que no lo hará

- Lo prometió

- ¿y crees que confiar en la palabra de un genocida es lo correcto?

- .....

- Tu vida es tu tuya y solo perdonara tu vida, porque hiciste el guante, en cambio... los demás son insectos a sus ojos

- ¡cállate! – se alteró al oír menospreciar a sus demás amigos

- Solo digo algo que el en fondo sabes que es verdad, aunque te niegues a aceptarlo

- ¡basta!

- Tus demás amigos, viven con miedo a saber cuando acabara con el guante, sin saber que morirán por tu causa y cobardía

- ¡dije basta! – volteo con la intención golpear a Loki, pero este se alejo

- Yo puedo ayudarte – Loki lo miró fijamente – acepta mi ayuda

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