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Rhaegor caminaba sin prisa por los pasillos del hogar de su tía Rhaenys pensando en cómo apoyar a su hermana sin ser parcial para no crear una mala imagen con sus otros hermanos. Mientras más se acercaba más ajetreo se escuchaba en aquella sala, al posarse enfrente de la puerta con un asentimiento le dio a entender al guardia que lo anunciará.

-El príncipe Rhaegor Targaryen de Vidont- dijo fuertemente el guardia.

Las puertas se abrieron dando paso al príncipe que llevaba una bata azul oscuro y debajo de esta una camisa blanca un poco grande y un pantalón negro, miró a ambos lados y se dio cuenta de la gran separación entre ambos bandos. Por un lado estaba la reina y sus hijos junto al rey y la Mano, y del otro los hijos de Rhaenyra y de Laena junto a Rhaenys y Corlys, en el centro estaba Aemond con un maestre que tejía su ojo izquierdo, y había más personas que decidió ignorar.

A paso lento se acerco a Aemond y el maestre y habló -¿Cómo está, es grave?- dijo viendo la expresión de dolor del menor.

-La herida curará pero a perdido el ojo, mi príncipe- dijo el maestre mientras un grito ahogado se escucho, 'probablemente de la reina' pensó Rhaegor.

-¿Cómo están ustedes?- ahora dirigió la pregunta a su tía sin moverse de dónde estaba.

-No hay heridas graves, Lucerys parece tener la nariz rota- dijo Rhaenys acercándose a él, ella sabía que su sobrino trataría de asegurarse de que todos estuvieran bien antes de empezar el debate.
-Maestre, traiga leche de amapola para reducir el dolor de Aemond y luego asegúrese de que todos los niños estén bien- dijo autoritario.

El maestre fue rápidamente a hacer lo que le pidió mientras Aemond miraba a su hermano Rhaegor, era más un extraño para el que otra cosa. Otto se dio cuenta de que el único en la sala que tenía la cabeza fría para dar órdenes era Rhaegor y se mantuvo observándolo de cerca.

-¿Dónde está mi hermana? ¿No se le ha avisado de lo que ha pasado?- pregunto de nuevo Rhaegor.

-Mandé un guardia para avisarle, no debe tardar- dijo Rhaenys poniendo su mano en el hombro del menor que asintió satisfecho por la respuesta.

-¡¿Porqué mutilarón el ojo de mi hijo?! ¡¿Con qué derecho lo hicieron, ah?!- grito Alicent en llanto por lo que le hicieron a su pobre hijo. Ella estaba apunto de acercarse los niños que estaban temerosos por el grito, pero Rhaegor le detuvo el paso y la miro seriamente, su olor a almizcle llegó a la nariz de Alicent mientras el le sujetaba el brazo con delicadeza pero firme con un mensaje muy claro, 'Mantente en calma omega'.

Alicent se calmó con el olor y Rhaegor la acerco a Aemond -Debería consolar a su hijo, en momentos de desesperación los cachorros necesitan una madre fuerte y prudente- Alicent lo miro con lágrimas y asintió para sorpresa de todos, se acerco a Aemond y lo abrazó llenándolo de su olor.

-Deberías hacer lo mismo con los otros niños- le susurró Rhaegor a Rhaenys, la cual asintió y fue a consolar a los niños.

La sala se quedó en un silencio ameno dónde sólo se escucharon los sollozos de Alicent y otra niña que adivino era la otra hija del rey, Helaena.

Pasaron cinco minutos y el maestre ya había dado la leche de amapola a Aemond para que el dolor se reduciera y reviso a los demás niños. Las puertas se abrieron sin que se anunciarán a los nuevos integrantes de la discusión.

-¡Niños! ¿Qué paso?- hablo Rhaenyra alterada.

Rhaenyra acompañada de Daemon entraron apurados. Murmullos se escucharon diciendo '¿Qué clase de madre es?', '¿Dónde estaba que tardo tanto?', 'Si así cuida de sus hijos, ¿Cómo cuidará del reino?', y un sinfín más que incomodaron a Rhaegor que los escucho.

Rhaegor, King With No CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora