Melodía de Almas Perdidas" es un viaje a través del tiempo y el corazón, donde los secretos se entrelazan y los destinos se cruzan en el oscuro abismo del Hotel Hazbin. 🎶❤️
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•La historia es...
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En las profundidades del Aberno, donde las llamas danzan al ritmo de los lamentos eternos, Lucifer se encontraba en su habitacion. El aire estaba cargado de condenación y desesperación, como si el mismo infierno exhalara su aliento fétido.Estaba sumergido en su lectura, pero antes de poder continuar recibio una llamada,descincentrandolo de su lectura.
El teléfono infernal tintineó, rompiendo la monotonía. Lucifer lo tomó con desgana. La voz al otro lado era aguda y temblorosa, como un alma en pena.
—Señor Lucifer —dijo el subordinado—hemos tenido un problema en el Aberno. Un grupo de almas rebeldes ha tomado el camino equivocado y está causando estragos. Destrozan todo lo que ven, como niños malcriados en una tienda de porcelana.—
Lucifer frunció el ceño. ¿Cómo podían perder el control de unas almas inmortales? Con un suspiro, colgó el teléfono y se levantó. Alastor, el demonio radio, lo esperaba en el pasillo. Su sonrisa siniestra y su sombrero de copa le daban un aire inquietante.
—¿Qué sucede, Lucifer? —preguntó Alastor, inclinando la cabeza—. Pareces más irritado de lo habitual.
Lucifer gruñó. No tenía tiempo para explicaciones, pero Alastor insistió. Después de todo, ahora eran aliados en este juego eterno de almas y tormento. Mientras caminaban hacia la puerta principal del Aberno, Lucifer le contó el problema.
—Un grupo de almas rebeldes ha causado estragos —dijo Lucifer con desdén—. Destrozan todo lo que ven, como niños malcriados en una tienda de porcelana. ¿Y qué hacen mis subordinados? Nada. Absolutamente nada.—
Alastor escuchó atentamente. Sus ojos rojos brillaban con malicia. Cuando Lucifer terminó, Alastor se detuvo en seco.
—Me encargaré de ello —anunció Alastor, como si estuviera ofreciendo sus servicios para una fiesta de té—. No te preocupes, Luci. Haré que esas almas se arrepientan de haber cruzado el umbral del Aberno.
Lucifer frunció el ceño. ¿Cómo podía ser tan confiado? Pero no tenía tiempo para discutir. Asintió y le advirtió:
—Si ayudas a esas almas, Alastor, pagaras el precio. No toleraré insubordinación.—
Alastor se inclinó en una reverencia exagerada y desapareció. Lucifer lo observó irse, preguntándose qué travesura tenía planeada. Alastor era impredecible, y eso lo hacía peligroso.
Horas después, Alastor regresó. Su sonrisa era más amplia que nunca. Había sometido a las almas rebeldes, y ahora temían su presencia. Lucifer lo agradeció, aunque no pudo evitar imaginar cómo había manejado la situación. En su mente, vio a Alastor enfrentando a las almas, con una risa maníaca y una radio antigua en la mano.No pudo evitar soltar una risa al imaginarse aquello.
—¿Qué hiciste, Alastor? —preguntó Lucifer, tosiendo para ocultar su risa.
Alastor se encogió de hombros.
—Nada que no merecieran —respondió—
Lucifer asintio en modo de respuesta,y luego se quedaron en un breve silecio.Lucifer se escuso diciendo que tenia cosas que hacer y se retiró a su habitación, dejando a Alastor solo en el pasillo. El demonio radio ladeó la cabeza y murmuró:
—El infierno nunca es aburrido contigo, Luci.
Y así, entre risas siniestras, continuaba la danza infernal en el Aberno. Las llamas crepitaban, y los condenados seguían su eterno compás, sin saber que los demonios también bailaban al son de su propia perdición.
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