Tom Riddle en mi realidad deseada

|Advertencia +18| Estar con Tom no es un juego.

Tardé en escribir esto porque no quería tomarlo a la ligera, ni siquiera sé cómo abordarlo porque no quiero hacerlo, pero mi psicóloga me ha comentado que saque mis traumas escribiendo. Sinceramente preferiría guardármelo, pero si a alguna persona que lee esto le interesa ir a una realidad deseada con Tom y su personalidad real, creo que es mi responsabilidad advertirles del trauma que les puede dejar. No romanticen a Tom, no lo idealicen, no sean como yo... Esto no es un chiste, les puede joder para siempre.

Los días pasaron y Tom me presionaba, cada vez era más rudo conmigo y me castigaba ignorándome, con su indiferencia y me excluía de las conversaciones con sus amigos de las cuáles yo ya había comenzado a formar parte, yo le explicaba que no podía hacer lo que me pedía tan fácilmente porque no quería que Dumbledore tuviera los ojos en nosotros y quería calmar las aguas, él me respondía que solo le daba vueltas a lo que me pidió para proteger a Daniele, lo cuál era cierto, pero yo no quería que Tom lo notara. Estuve esos días pensando en un plan para salvarlo, pero era inútil, a Tom no se le escapaba nada.

Esa petición era muy difícil para mí, ya que Daniele era mi S/O, de los principales que agregué al guión y en las semanas que estuvimos juntos yo ya había comenzado a sentir cosas reales por él, no quería hacerlo, pero realmente Tom no me daba más opciones, él tenía el mapa del merodeador y a veces me quitaba mi celular. Yo pude hacer algo al respecto, usar mis habilidades para que nos dejara en paz, pero tengo que aceptar que estar con Tom me gustaba, no sé qué hizo en mí, pero estar con Tom se volvía adictivo, era como una montaña rusa de emociones que yo jamás había vivido. Él me prometió que si me deshacía de Daniele entonces podríamos estar juntos y seríamos exclusivos, así que confieso que si tenía que escoger entre Tom y Daniele, escogía a Tom...

No quiero recordar las cosas con tanto detalle, pero en resumen el plan era citar a Daniele en el bosque prohibido junto con su amigo Ilo, darle de tomar a Ilo una pócima para dormir engañándolo diciéndole que era alcohol y dejarlo dormido, mientras él estuviera inconsciente matar a Daniele con un Avada Kedavra. El plan funcionó a la perfección, de inmediato implanté memorias falsas en la mente de Ilo para hacerle creer que él había asesinado a Daniele por una discusión que habían tenido respecto a su música, así de fácil fue como logré lavarme las manos de la situación y dejar que las cosas pasaran como tuvieran que pasar.

Yo estaba en shock, ni siquiera lloré, hice todo muy rápido, en caliente, no quería pensarlo mucho porque sabía que si lo hacía iba a terminar por hacerme daño, sentía culpa, pero al mismo tiempo no sentía nada, no podía llorar, esa noche me quedé ida, le hice saber a Tom que ya había hecho lo que me pidió y ni siquiera quise ir con él, recuerdo que no podía dormir, no podía dejar de pensar en Daniele. Maldecía todo el tiempo, cuando los maestros y Dumbledore se enteraron expulsaron a Ilo de inmediato, él confesó todo, lo llevaron a Azkaban por usar uno de los tres maleficios imperdonables y su sentencia por ser menor de edad y en ese momento tener quince años, fue de solo cinco años. Obviamente yo me sentía fatal, Ilo también era mi amigo, las cosas en Hogwarts se pusieron tan tensas que casi cerraban el colegio permanentemente, pero gracias a la pronta confesión de Ilo no fue así.

En la ceremonia conmemorativa de Daniele yo intenté hacerme la fuerte, pero no pude evitar derrumbarme y llorar, mis amigos me consolaron, Carola mi prima estaba igual, ya que ella también estaba enamorada de él. No quería llamar mucho la atención, pero Tom se dio cuenta, notaba como me miraba con una furia disimulada a lo lejos, pero no me importaba, en ese momento yo lo odiaba por hacerme asesinar al chico que me gustaba e inculpar a mi amigo. Los minutos pasaron y la ceremonia acabó, Tom se acercó a mí para "consolarme" y me llevó lejos de los demás sin hacerlo parecer sospechoso, luego habló.

— Haces mucho drama por él, me habías dicho que era alguien insignificante, ¿o me mentiste? — Preguntó sin ninguna expresión en su rostro.

Yo no era capaz de mirarlo a la cara, quería torturarlo y que sintiera el dolor que yo estaba sintiendo en ese momento.

— Él al menos me hacía sentir que le importaba... No debí matarlo a él, debí matarte a... — Me abalancé hacía él con coraje a punto de atacarlo, pero me detuvo mientras me interrumpía.

Para mi sorpresa él me abrazó, comenzó a acariciar mi cabello, lo cuál me hizo romperme y llorar desconsoladamente en sus brazos, jamás olvidaré sus palabras, volvió a hacerlo, me manipuló y yo caí redondita.

— Tal vez no lo entiendas ahora, pero estaba muy celoso de él, tú eres mía, no iba a dejar que él se interpusiera entre nosotros... Ahora que sé de lo que eres capaz de hacer por mí, jamás te dejaré ir, estamos juntos, solo tú y yo. — Dijo mientras me apretaba con sus brazos suavemente.

Esas palabras me golpearon fuerte, en ese momento me parecía irreal lo que estaba escuchando, sonaba sincero y era la primera vez que me demostraba afecto físico, yo le creí, fui una estúpida que le creyó. No puedo culparlos si leyeron esto y les caigo mal, yo también me odio a mí misma por todo lo que hice, debería ser yo la que esté encarcelada en Azkaban para siempre, no hay justificación para mis actos, estaba siendo manipulada, pero aun así soy consciente de mis errores. No se preocupen, que después de años sí tuve mi merecido y jamás me olvidaré de eso.