|Actividad +18| ¡Feliz cumpleaños, Tom!

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Las semanas pasaron y pasaron, intentaba acercarme a Tom, pero él me rechazaba, me había excluido por completo de su grupo de amigos, durante esas semanas me pude percatar de que su círculo social era más grande y la impotencia inundaba mi cuerpo, ya que parecía que él se llevaba bien con todos, pero a mí no me quería ver ni en pintura. Me bloqueó de todos lados y en las vagas conversaciones que teníamos en los pasillos me dejaba en claro que me quería lejos de él.

No es que yo no supiera aceptar un no por respuesta, pero estaba obsesionada con Tom, ya no era sano (nunca lo fue), sentía que todo mi esfuerzo para lograr llegar a mi realidad deseada fue en vano. Esos dos meses me volví más alcohólica de lo habitual, no dejaba de llorar por sus rechazos, intenté calmar el dolor saliendo con más chicos, fue entonces cuando rumores de que Cormac Mclaggen y yo salíamos comenzaron a surgir.

En fin, cuando las vacaciones de navidad llegaron más del 90% de los estudiantes regresaron a sus casas, yo me fui unos días a la mía, pero no sin antes preguntarle al profesor Slughorn si sabía si Tom regresaría al orfanato o se quedaría en Hogwarts, para mi buena suerte él respondió que se quedaría en Hogwarts, no hizo más preguntas ya que él creía que Tom y yo aún éramos cercanos. Fue ahí cuando inicié mi plan para que Tom me aceptara de nuevo.

Mi plan consistía en ir unos días a mi casa con mis padres y después ir a Italia para pasar navidad con la familia de mi madre (ella y la madre de Carola eran hermanas). Días después de navidad regresé al colegio, pero antes de eso, fui al Callejón Knockturn para ver si en la tienda Borgin y Burkes aún estaba el guardapelo de Salazar Slytherin, ya que se lo quería regalar a Tom para sorprenderlo, pero para mi mala suerte ya lo habían vendido a Hepzibah Smith. No entendía por qué ella seguía viva, hasta que recordé que debió ser porque en el guión escribí que todos los personajes relevantes que aparecían en los libros estaban vivos en mi época para que mi RD tuviera sentido.

Pregunté la dirección de la señora y con la ayuda de la maldición Imperius la obtuve. Tenía un poco de poción multijugos, así que tomé un poco de cabello del chico más atractivo que vi en el Callejón para usarlo en la poción y convertirme en él, así cuando estuviera con la señora Hepzibah y su elfa Hokey me vieran como un chico y no como yo era en realidad (por si acaso se involucraba la policía por lo que haría después). El plan funcionó a la perfección, cuando llegué a su hogar, me hice pasar por el chico y al cabo de unos minutos ya me encontraba adentro platicando con la señora, volví a usar la maldición Imperius e hice que ella me diera la copa de Helga Hufflepuff y el guardapelo de Salazar Slytherin, luego alteré sus recuerdos para que creyera que lo hizo por voluntad propia.

Regresé al castillo el 30 de diciembre, ya que quería sorprender a Tom exactamente a las 00:00 horas del día siguiente, estaba nerviosa, ya que sabía que Tom no quería nada conmigo, pero si le daba algo que él quería y veía que yo podía ser muy útil, eso podía cambiar... Era mi lógica.

Cuando faltaban minutos para su cumpleaños caminé hacia su habitación, pude entrar a la sala común de Slytherin gracias al guión (puse que en vacaciones se podía entrar y salir de cualquier sala común). Los nervios me provocaban ganas de vomitar, temía por su reacción, pero fui valiente. Me acerqué a su habitación, cuando ya eran las 00:00 horas del 31 de diciembre tomé mi celular y puse la canción de Happy Birthday, me acerqué con miedo y prendí la vela que puse en el pastelito que le pedí hacer a los elfos domésticos que trabajaban en el castillo.

Cuando me acerqué y vi a Tom él estaba recostado leyendo un libro, cuando me escuchó levantó la mirada y bajó el libro, tenía una de confusión, yo me acerqué sonriéndole, al ver su reacción dudé que fuera positiva, cuando la canción terminó, le pedí que soplara la velita, obviamente no me hizo caso. Le deseé feliz cumpleaños, él estaba a punto de correrme, pero me apresuré y de mi mochila saqué los regalos que le tenía.

Tom Riddle en mi realidad deseada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora