🖋️ Psicólogo 🖋️

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Habían pasado varias semanas del accidente y JiMin se negaba a salir de casa, más bien se negaba a ser llevado al colegio, las primeras dos lo dejaron pasar, su cuerpo no se encontraba del todo recuperado y las recomendaciones del doctor habían sido claras, nada de movimiento; sin embargo, después de que le fue permitido regresar a la escuela el menor se negaba a salir.

Las primeras tres veces lo dejaron, puede que no quisiera que lo vieran con los raspones en la cara aunque nunca había dado señales de ser vanidoso, pero cuando pasó un mes sin querer pasar de la puerta delantera se comenzaron a preocupar.

JiMin nunca fue una persona que se aislaba, era conocido por ser risueño, algo timido pero que le encantaba pasear, ir a comer, al cine, ir al colegio y pasar tiempo fuera, pero desde el accidente se mostraba reacio a pisar la calle.

Obviamente sus padres se percataron de esto y le preguntaron al pelirosa qué sucedía pero la respuesta siempre era la misma

Solo no me apetece

Con las alarmas encendidas en la cabeza contactaron con un buen psicólogo aunque, debido a la forma en JiMin se negaba a pisar la calle, las sesiones eran tomadas en línea.

Claro que le hicieron saber a YoonGi sobre el tema, tal vez el podría convencerle de salir al menos al parque o por un helado.

—¿Y como te fue ayer con el psicólogo?— preguntó el pálido mientras tomaba un trozo de pizza de la mesita de centro.

Llevaban un rato sentados en la alfombra de la sala mientras miraban alguna película.

JiMin dejó su pizza en el plato que tenía en el suelo y sonrió sin ganas.

—Bien, supongo, ya sabes cómo es...

—¿Hay algún avance sobre salir de casa?

—Si... Supongo.

YoonGi notó el desgano en su voz.

—No te escuchas feliz... ¿Puedo saber que sucede?— preguntó también dejando su pizza en el plato.

JiMin bajó su vista al suelo y jugo con sus manos de forma insegura.

—No se si me siento listo... Estar en casa es muy cómodo y las tareas se hacen fácil— respondió murmurando bajo.

El pálido intentó acercarse y tomar la mano de JiMin. Lo que no esperó es que este se levantara al notar sus intenciones haciendo que no pudiera tocarlo.

—V-voy por algo a la cocina... ¿Quiere algo Hyung?— preguntó mientras caminaba a dicho lugar.

YoonGi se notó herido pero no dijo nada.

Justo cuando JiMin comenzó a negarse a salir también se mostraba muy incómodo con el contacto físico, tanto que había comenzado a evitarlo.

—No, yo estoy bien...— contestó mirando como el pelirosa desaparecía por la puerta.

JiMin tardó unos cuantos minutos dando vueltas por la cocina hasta que regresó a la sala y volvió a sentarse en la alfombra, solo que ahora un poco más lejos del mayor.

JiMin... Necesito que me digas la verdad— comenzó el mayor —Por favor, me encantaría ayudarte, pero debo saber que sucede.

El menor se puso nervioso, obviamente el mayor quería respuestas y no sabía cómo reaccionaría si sabía la verdadera razón de su miedo a regresar al colegio.

—N-no sucede nada Hyung... Y-yo, yo no me siento seguro en la c-calle y- fue callado por el mayor.

—Mentira.

La voz de YoonGi sonó como un eco en su cabeza.

—¿Q-que...?

—JiMin, te he visto jugando con el gato d etus vecinos en el patio, lo haz seguido hasta el parque, te escabulles por los arbustos del patio trasero y regresas a hurtadillas a tu casa— reveló el mayor aquello que había descubierto hace unos días —No hablas con nadie sobre ello, te niegas a querer acercarte a la escuela y huyes del contacto físico.

Intentó nuevamente tocar la mano de JiMin pero fue rápidamente quitada.

Los ojos del menor comenzaron a empañarse. El miedo y la vergüenza estaban teniendo una batalla en su interior.

¿Y si YoonGi le decía a sus padres? ¿Y si lo llevaban a rastras al colegio? ¿Y si se enteraban de lo que pasó el día del accidente?

—¿C-como...?— preguntó con la voz temblando.

—Te vi JiMin... Un día, después de despedirme tuve que ir por algunas cosas para mis padres. Te vi en el parque, te veías feliz junto al gatito... Te prometo que no diré nada, pero déjame ayudarte.

El menor rompió en llanto.

¿Que más daba? Si el chico frente a él se enteraba o no de todas formas se iba a alejar.

Si decidía no decirle, se iría y lo tomaría como un mentiroso.

Si decía la verdad probablemente se asquearía por los sucedido en la preparatoria.

¿Y todo gracias a qué?

¡Por unas fotos que ni siquiera eran de él!

Por una foto con edición y un bastardo al que le entregó su corazon de pollo.

Era mejor explicar la verdad antes que quedar como un mentiroso frente a la persona que lo había apoyado durante semanas aún sin conocerlo a fondo.

—S-si le cuento... ¿Pro-promete que no se irá?— preguntó entre lágrimas y sollozos.

YoonGi sintió como su corazón se oprimía al ver al tierno chico llorando con tanta tristeza.

—Incluso si me dices que asesinaste una hormiga, me quedaré— bromeó acercándose un poco más a JiMin pero dándole su espacio cuando vio al menor pensarse por la cercanía.

—B-bien...

Y aún cuando el miedo al abandono lo apretó, decidio serle completamente honesto al mayor.

°• Dulce •° 🍭 ★YoonMin★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora