CAPÍTULO 2

10 1 0
                                    

Las semanas pasaban y la relación entre Alika y Thomas se fortalecía. Aunque sus encuentros eran a escondidas y breves, cada mirada, cada palabra, cada sonrisa compartida fortalecía el vínculo que los unía. Thomas se encontraba en un dilema, sabía que lo que sentía por Alika no solo era mal visto por la sociedad, sino que también podía poner en peligro a ambos. Pero a pesar de todo, no podía ignorar lo que su corazón le decía.
Así que tomó coraje…

…Y se enfrentó a su padre:

-¿Por qué no puedes ver que somos iguales, padre? cuestionaba la postura del padre ,el rostro de Thomas reflejaba su frustración y desesperación.

Y todavía no le había dicho del amor hacia Alika…

El padre de Thomas continuo hablando:

-¡ Thomas estás hablando tonterías. Ellos son diferentes a nosotros, son... son... inferiores! Son esclavos!!

Respondió con desdén.

Thomas bajo su cabeza y se retiro de la casa, Isabela; su madre lo miraba queriéndolo abrazar, ver sufrir a su hijo era  lo mas triste, pero no debía interferir.

Esa tarde se acerca la maame
Alika, ¿qué ves en ese hombre blanco? ¿No ves que nos trata como a animales?” su rostro lleno de desconfianza!

-Maame, yo veo a un hombre que nos trata como a seres humanos, no como su padre que si nos trata peor que animales, respondió Alika, “y eso es más de lo que puedo decir de los demás”.

A medida que se acercaba el otoño, el aire se volvía más frío, pero el amor entre Alika y Thomas solo crecía. Una noche, bajo la luz de la luna llena, Thomas tomó la mano de Alika y le dijo:

- Te prometo que haré todo lo posible para liberarte.

Alika, con lágrimas en los ojos…
-Gracias,  yo siempre estaré a tu lado, sin importar que suceda.

Mientras tanto, en la plantación, los rumores comenzaban a circular. Las miradas indiscretas y los cuchicheos aumentaban día a día. La relación entre Alika y Thomas ya no era un secreto para los demás esclavos y algunos de los trabajadores de la plantación. Todos sabían que si el dueño de la plantación, el severo Sr. Smith, se enteraba, las consecuencias serían desastrosas.
Sin embargo, a pesar del peligro, Alika y Thomas continuaron viéndose en secreto. Su amor era fuerte, y estaban dispuestos a luchar por él, sin importar las consecuencias. En el fondo, ambos sabían que su amor no solo era una rebelión contra las normas sociales, sino también una lucha por la libertad y la igualdad. Y en esa lucha, estaban dispuestos a darlo todo.

Corazones EncadenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora