𝒑𝒔𝒚𝒄𝒉𝒊𝒄 𝒍𝒐𝒗𝒆

Capitulo 13: Lujuria

En la noche más caliente, lujuria al rojo vivo

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-Carajo! Esto no me puede estar pasando a mi!- la pequeña esper volaba a toda velocidad en dirección a su hogar, cruzando ciudades enteras en cuestión de segundos, su respiración era ardiente y sus bellos ojos desprendian pequeños lagrimales mientas su hermoso rostro ardía al rojo vivo.

Antes ella había tenido pequeños delises de lujuria impulsados por la curiosidad de explorar su cuerpo, sin embargo esto era completamente serio, su cuerpo le exigía placer a como de lugar, y ella misma conociendoce eligió hacerlo en su propia casa y evitar un desastre aún mayor.

Ese chico responsable de su sentir debería ser quien saciará el deseo de la chica, de cierta manera era como justicia poética, además es lo que un verdadero caballero haría, no obstante la peliverde aún quería guardar las apariencias, ella sabía que si asaltaba el cuerpo de aquel hombre no podría contener sus más bajos instintos y terminaría entregándose en cuerpo y alma, por la simple razón de que ella fue creada con ese propósito y eso era lo último que necesitaba, que todos la creyeran una débil sumisa.

-(¿¡Por que el!? ¿Por qué el? ¿¡POR QUÉ EL!?)- pensaba la chica mientras cubria su vista y su pecho comenzaba a bajar y subir rápidamente mientras trataba de tomar todo el oxígeno posible mediante su pequeña boca, a la par de esto trataba de sentir la presencia de su hermana en todo su edificio, pero no logro sentirla por lo que intuyó que estaba fuera con su grupo, inconscientemente esto la hizo lamer sus labios, ya que no tendría que ser silenciosa en lo absoluto.

Apenas llegó a su gran departamento entró como un rayo y bloqueo todas las entradas del apartamento con ayuda de sus poderes psíquicos a la vez que se deshacía de su calzado y se lanzaba directamente a el sofá en la sala principal.

La chica cayó boca arriba y mientras cubria su sonrojada cara con su suave cabello, cruzó sus piernas y comenzó a ejercer fuerza en sus muslos tratando de contener el inmenso placer que la consumía lentamente, cosa que resultó contraproducente ya que esto solo la estímulo mas haciendo que se viera obligada a levantar sus delicadas y finas caderas y presionar fuertemente su pecho mientras sus jadeos comenzaban a sonar ahogados, mantener la compostura se estaba volviendo imposible.

Antes de notarlo ella doblo una de sus largas y perfectas piernas hacia ella mientras la comenzaba a tocar muy lenta y suavemente a la vez que estiraba la otra pierna lo más que podía y dejo escapar un pequeño gemido que hizo que terminara de perder el poco razosionio que le quedaba asi que con ayuda de sus habilidades rasgo completamente el vestido que tenía puesto, quedando solo en la lencería que solía usar habitualmente.

Una lencería bastante fina de dos piezas de encaje negro mate que dejaba muy poco a la imaginación ya que lograba transparentar un poco de su esplendor. Una vez hecha dicha acción la esper con ambas manos comenzó a recorrer suavemente su cuerpo empezando por la cadera la cuál manoseo en forma de X con ambos brazos como apoyos, honestamente era la parte que más amaba de su perfecta silueta.

Subió lentamente por toda su área abdominal la cuál comenzó a masajear, no tenía ninguna prisa en llegar a su climax, puesto que tenía todo el lugar para ella sola y disponía de una gran cantidad de tiempo, continuando con su recorrido hizo una pequeña pausa al llegar a ambos pechos, si bien eran pequeños, tenían una exelente simetría y un aspecto refinado, con un poco de dudas la chica de decidió a tocarlos. Mala idea.