𝒑𝒔𝒚𝒄𝒉𝒊𝒄 𝒍𝒐𝒗𝒆

Capitulo 14: Ojos grises

Por qué todo tiene que sentirse tan...

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Hoy es un día soleado... Pero tristemente no puedo ver el sol... Por qué desperté con ojos grises... En algunos pequeños detalles puedo encontrar los colores que le faltan a mi sentir... El café, un baño caliente, familia e incluso en el amor y si algún día no puedo encontrar los colores a mi alrededor... Está bien... Por qué se que mañana no despertaré en otro lugar, pero talvez... Solo talvez, despertare apreciando  este mismo lugar pero con diferentes ojos y... Eso es lo que importa...

Mientras vuelo en dirección a el hogar de aquel hombre que me ah hecho bajar mi guardia y mostrarme vulnerable, puedo sentir la brisa del suave viento golpeando mi cara mientras de fondo observo una ciudad muerta y sin color, ¿cuando de volvió todo tan gris?

Supongo que ah sido todo tan simple y aburrido desde que salí de aquel laboratorio con la esperanza de hacer una nueva vida y poder proteger a Fubuki, solo estaba tan enfocada que olvide pararme a reflexionar en como me sentía...

¿Por qué un experimento deberia de tener que pensar en sus sentimientos?

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/Flashback: 23 años antes/

-¡Asi es como nace la grandeza! Está niña es el pináculo de la ciencia y la mente unidas en un cuerpo orgánico!- hablaba con gran éxtasis un científico el cuál daba una conferencia en un auditorio repleto de sombras las cuales eran imposibles de recordar, detrás del hombre con bata se encontraba la pequeña esper de apenas 5 años de edad, estaba desnuda, desnutrida y apenas conciente encerrada en una jaula asemejada a una pajarera.

Todos elojiaban a aquel hombre mientras la chica trataba de procesar las atrocidades que había precenciado hace unos momentos, además de toda la tortura mental y física que había sufrido.

Apenas terminó la exhibición y ella fue regresada a su cuarto de aislamiento en total obscuridad, así que sin nada más que hacer y sin ganas de lidiar con el ensordecedor silencio y la tan obscura y triste soledad, decidió dormír un poco para aliviar sus penas y recuperar algo de energías.

Su sueño era inmensamente profundo pero pronto un gran estruendo acompañado de un enorme y feroz rugido la saco de su profundo sueño, rápidamente Tatsumaki tomó una bata que estaba en un viejo y sucio rincón y se la puso mientras miraba por la escotilla de su prisión.

Un Kaijin enorme que parecía una bestia con una hielera de afilados colmillos y apariencia grotesca se encontraba atacando las instalaciones en las que ella estaba reteniada, matando de manera despiadada a todo aquel que se le cruzara en su camino, eso incluía cientificos y sujetos de prueba.

Todos rápidamente comenzaron a evacuar el edificio mientras que la pequeña peliverde pedía a gritós que alguien la sacase de aquella sucia celda, pero nadie respondió a su llamado, lo único que logro fue que el kaijin ahora fijase su mirada en ella, preparándo una embestida para acabar con su vida.

Sin más ganas de seguir adelante ella solo cerro sus ojos y aceptó su cruel destino mientras podía sentir su corazón latir cada vez más lento y de pronto... Obscuridad, era todo lo que había, un obscuro y silencioso vacío, si esto es lo que pasa después de morir entonces es de verdad decepcionante.

Sin embargo tal cual la luna con la noche, apareció una fuerte e intensa luz, que parecía ahuyentaba la obscuridad a pasos agigantados, el resplandor brillaba con la fuerza de mil soles y cero momentáneamente a todo el planeta.

Poco a poco Tatsumaki comenzó a recuperar su vista, tallaba sus ojos fuertemente para poder enfocar mejor, entonces lo pudo ver con claridad, una de un hombre que se encontraba encima del cuerpo muerto de aquel mounstro.