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Capítulo Uno: entre diversión y tensión

Verónica
Casi nunca asistía a las típicas fiestas de adolescentes alocados, me pasaba siempre leyendo libros e informándome de todo para poder ingresar a una de las mejores universidades, todo, desde levantarme y arreglar mi cama hasta los empleos en los que he invertido tiempo se basaban en una sola cosa, mi historial para la universidad, y es por eso que todo el tiempo pensaba en cuales materias optativas darían más provecho a mi vida. Hasta hoy que decidí ir a una fiesta casi al centro de la ciudad con mi nueva amiga Nelly. Nelly estudia diseño conmigo y aunque la verdad al principio pensaba que no haría amigos, ahora tengo varios conocidos.

Me encuentro terminando mi maquillaje, algo natural para esta noche, acabando con un labial humectante y de color brilloso. No es que esté a la moda siempre, pero me gusta vestirme bien y esta noche opté por un vestido por arriba de las rodillas en color negro y un suéter beige ya que hace un poco de viento frío y en mis pies unas botas de tacón con cordones en color negro después de ver una vez más mi reflejo en el espejo salí de mi habitación.

—Al fin —habló Gianna mientras le quitaba la envoltura a un cupcake de chocolate.

—¿Qué opinas? —le pregunté mientras colocaba en mi muñeca el reloj de pulsera que me había regalado mi padre cuando cumplí catorce.

—Opino que la señorita colores pasteles está usando negro y le queda genial —sonrió.

En ese momento oímos el timbre tocarse y mi prima fue a abrir la puerta. Que genial, era el don nadie de su novio, lo miré neutral sin ninguna expresión como siempre solía hacerlo, él vestía unos jeans algo rotos y unas mangas largas remangas para así verse los muchos tatuajes que tenía en ambos brazos, sacó aquel asqueroso cigarrillo de entre sus labios y saludó a mi prima con un fugaz beso que me pareció todavía más putrefacto.

—¿Cómo estás prima? —me dijo con una media sonrisa radiante.

—Estaba mejor, gracias —respondí.

—Ya nos vamos —avisó mi prima luego de colocarse su chaqueta negra con púas o no sé cómo le llamen a eso.

Esperé unos minutos luego de que ellos se fueran y enseguida llegó mi pelirroja favorita, radiante, con un vestido blanco y chaqueta y zapatos rojos. Luego de saludarnos bajamos hasta el estacionamiento y subimos a su auto; el camino de uno diez minutos se basó en escuchar música de one direction y charlas de cualquier cosa, incluso me dijo que su hermano gemelo también iría a la misma fiesta. Bajar e ingresar a la fiesta sería sencillo, lo difícil era encontrar un lugar para estacionar el vehículo. Al cabo de unos quince minutos encontramos uno, ahora sí, bajamos e ingresamos. Un hombre en la entrada nos pidió identificación porque debía asegurarse de que éramos mayores de edad; quizás tendríamos un problema porque yo aún tengo diecisiete, pero digamos que el muchacho tampoco era muy insoportable, sino todo lo contrario y nos dejó pasar.

—¿Hace cuánto no vienes a una fiesta? —me preguntó.

—Como hace dos años— respondí sincera.

—Entiendo, no tienes un hermano sociable es todo, ahora vamos con él, allá —me señaló hacia la barra de tragos y caminamos.

[...]

—Debemos entrar por otro lado... —dijo ella al ver al hombre al lado de la puerta.

—¿Por qué me trajiste contigo?

—Tu suplicaste —le recordó la castaña.

Rowan y Sarah terminaron de acomodar la cama con unas almohadas debajo del cobertor y luego de apagar la luz salieron con suma delicadeza y cuidado de la casa, claramente descartando que casi echar el jarrón del living de la señora Brown. Caminaron unas cuadras hasta rodear el campus completo de la universidad y se percataron de música fuerte a una cuadra más lejos sin dudas fueron o al menos Rowan decidió hacerlo atrayendo a su amiga con ella ya que se lo había pedido durante todo el día.

Y lo que hacían ahora era tratar de entrar por otro lado que no fuese por la puerta principal a aquella "cita" de Harry. Mirando hacia arriba vieron una ventana abierta, solo era necesario entrar por ahí y listo, eso no les llevó más de diez minutos.

[...]

Nelly y Noah junto a otros dos chicos subieron a cantar en karaoke ya que luego de varios shots estaban algo ebrios dejándonos a mi y a Harry solos.

—Así que una cita señor Hunter —una niña apareció frente a nosotros. Con los brazos cruzados.

Él se quedó petrificado mirándola y no sabía si era peor el hecho de que su hermanita estuviera allí, el hecho de haberle mentido o la expresión de ella que parecía que iba a hacer explotar algo en cualquier momento.

—¿Ella es Rowan? —me animé a preguntar para calmar la tensión.

—Sí, así es —respondió él— ¿Qué haces aquí?

—Me dijiste que tendrías una cita y te encuentro en una fiesta ¿Por qué me engañaste?

—No, no —se apresuró a decir él —de hecho, Verónica— me miró—. Ella es la chica —sonrió nervioso. Yo no entendía nada.

Parecía como si todo hubiese parado en el tiempo, yo me quedé mirando extraño a Harry y él con una sonrisa para nada tranquilizadora tratando de convencer a su hermana quien espera una buena respuesta y no olvidemos a la amiga de Rowan que estaba al lado de la castaña con una expresión de intranquilidad.

—Excelente —sonrió satisfecha Rowan y su amiga la miró en plan "en serio le crees"— Harry déjame decirte que eres pésimo para las citas ¿Cómo te llamas?

—Soy Verónica —sonrío, tratando de ser dulce—. Harry ha hablado muy bien de ti.

—Eso está bien, ahora digamos que mi trabajo aquí está hecho —terminó de decir.

—Hey! chicos, deben ir a la pista bailar —pausó en seco— ¿Rowan?

—Hola Noah —sonrió ella jugando con su cabello.

—¿Hola Noah? —habló Harry imitando a su hermana en un tono extraño.

—Vámonos Rowan —insistió Sarah.

—¡Deben ir a bailar! — grita Nelly llegando a ellos— ¿Que hacen estas dos jovencitas ilegales aquí?

—¡Oye! —protestaron.

—De hecho, nosotros también somos ilegales, excepto Harry, Peter y Lily— hablé. Amigos que también fueron a bailar.

—No las ayudes... —Harry me miró.

—De hecho, yo te estoy ayudando —le susurro.

—Noah usaré tu auto —habla Harry— Las llevaré a casa. No pueden estar aquí... —las miró a las dos con un poco de enojo.

Ambas se rindieron. Llegaron a casa de Sarah sanas y salvas, Harry se aseguró de que ambas se quedaran dormidas antes de hacer cualquier otra travesura rara. Luego volvió a la fiesta, pero el ambiente era algo incómodo, unas horas después intentó disculparse, pero yo no quería hacer de esto un escándalo tampoco, me fui pronto.


























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Hola a todos!!

Que piensan del capítulo de hoy? Que fe le tienen a los personajes?

Cuentenme en los conmentarios y dejen su voto como apoyo a esta historia, pronto comenzaremos a descubrir secretos...

Gracias!!!

Nos leemos pronto.

LAZOS DE ENGAÑOS Y AMOR. Libro 1: Bajo las raíces del engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora