Lee Felix es un adolescente pervertido de 16 años, tras llegar a un acuerdo con sus padres; los cuáles deben irse a otro país, deciden dejarlo con Hwang Hyunjin como niñero, Hyunjin no solo es el chico más sexy y mujeriego del instituto, también es...
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Felix
Suspiré pesadamente, han pasado varios minutos desde que un exaltado Hyunjin entró por las puertas, ya le explicamos la condición de Minho, obviamente no le dijimos lo que nos contó.
Hyunjin estaba sentado a mi lado agarrando o más bien, estrangulando mi mano. Jisung había ido a comprar algo de beber.
﹣Hyun﹣Lo llamé suavemente, él me miró con atención﹣Minho está bien﹣Dije acercándome y acariciando su rostro con la otra mano, él cerró los ojos ante mi caricia, algo dudoso me acerque más y lo besé en los labios dulcemente.
Él me siguió el beso tomando mi rostro con delicadeza, sentí un cosquilleo en el estómago, cuando nos separamos, lo miré a los ojos, él me sonrió con cariño, yo me sonrojé y aparté la mirada hacia el suelo.
Jisung ya había llegado, se acercó y nos dio dos batidos de fresa, se sentó a mí lado y comenzó a beber su batido rápidamente, Hyunjin y yo lo miramos con las cejas arqueadas, Jisung se veía muy nervioso.
Cuando el doctor salió de la habitación en la cual se encontraba Minho, Han se levantó de un tirón y se acercó a él rápidamente.
﹣¿Cómo está? ¿Qué va a pasar? ¿Ya despertó? ¿Necesita algo?﹣Le preguntó Jisung mirándolo con los ojos muy abiertos.
Hyunjin y yo nos levantamos y caminamos hacia el doctor.
﹣¿Es usted un familiar?﹣Le preguntó el doctor, Han asintió rápida y convincentemente.
﹣Soy su hermano﹣Añadió con seriedad, hasta yo me lo creí por un momento.
Miré a Hyunjin y él miraba a Jisung con una sonrisa burlona al ver que le había robado el papel.
﹣Bueno, él está bien, ya despertó, el ataque no fue muy grave, pero es preferible que se quede esta noche aquí y mañana podrá irse﹣Respondió el doctor acomodándose los lentes, los tres suspiramos de alivio.
﹣¿Podemos pasar a verlo?﹣Pregunté, el doctor asintió y se retiró.
Caminé hasta la puerta y me giré al no escuchar los pasos de esos dos siguiéndome, los dos parecían tener dudas de si entrar o no.
﹣Entren idiotas﹣Ordené cruzándome de brazos, abrí la puerta y entré.
Minho estaba mirando al techo y se giró a verme en cuanto abrí la puerta, le sonreí y me acerqué a la cama, tomé sus manos entre las mías.
﹣Tonto, casi nos matas de un susto, igual me alegro de que estés bien﹣Le dije mirándolo mal pero con una gran sonrisa en el rostro, Minho se rió levemente y acarició mi mano.
