capitulo 8

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A la mañana siguiente lo primero que hice fue mandar mensaje al grupo familiar avisando de la sorpresa de anoche.

- La puta que lo parió - Zaira manda un sticker con esa frase

- Lo que faltaba.

La llamada salta y no espero nada para unirme a ella. Lo primero que escucho es la respiración agitada de Enzo, hasta me lo puedo imaginar todo irritado.

- ¿Cuándo?- suelta de golpe

- Ayer. Ceno con nosotros.

- Me cago, la puta madre

- ¿Y como la viste?- Zaira hace la pregunta del año a lo que Enzo no espera para retarla por la pregunta

- Cada vez que aparece, lo hace en una versión peor- digo ganando toda su atención, acordándome en la forma en la que Regina apareció en la cena - Es una perra.

-Bueno, tenemos que andar con cuidado - Liz habla. Es la mayor de las cuatro y la única con hijos de la familia. -No sabemos que quiere y es mejor llevar la fiesta en paz hasta que tengamos un plan sin falla.

-¿Algún detalle o algo que notaste para agregar? - Enzo preciona

- La escuché hablando por teléfono con alguien. No entendí bien Pero nos nombraba o al menos eso es lo que yo entendí.

Los escucho respirar hondo pidiendo al cielo paciencia y fuerza porque su llegada solo significa problemas y ahora que la familia es más grande, la guerra empeora en potencia y tamaño.

Quiero decirle sobre los niños pero verla mirarme fijo desde las escaleras me hace cerrar la boca de golpe implorando al cielo que no haya escuchado nada de la conversación. Cuelgo la llamada sin decir nada mirando hacia la puerta del baño.

Mi mejor opción es esconderme ahí, por si se le da eso de querer saltarme encima. No me culpen, ustedes también estarían así de tiesa como yo si la vieran ahora. 

El pelo rojo lo tiene desordenado, las ojeras apenas se le marca, el top blanco deja entrever un poco de piel en su estómago mientras que el shorts negro que usa de pijama se pega a sus delgadas piernas. En la mano lleva el celular y una botella de lo que parece ser agua.

Conozco cada aspecto de su cuerpo, como los bellos que tiene en su abdomen, la notable falta de tetas,sus cicatrices, todo y nada de eso me da la valentía para aguantarle la mirada.

- Que Idiota. - Dice viéndome con la cejas fruncidas, es como si puede leer mi mente.- Yo que vos- me señala-  paso por acá.

Apenas señala el baño dando a entender que entre Pero se trata de ella y mi cabeza me está dando opciónes de muerte ahora mismo.

-¿Por qué te levantaste....?

-Que te importa - me corta la pregunta mientras se lleva la botlla de agua a la boca para pasar por mi lado sin siquiera tocarme.

Entra en su habitación y cierra con un portazo haciendo que Julián salga de su habitación en ropa interior solamente.

<<Una te pido, una>>

-¿Qué?-pregunto cuando se me queda viendo

- Nada.

Y cierra la puerta importandole poco mi presencia. No sé si sentir alivio que mierda.  Son embargo, el alivio me invade al darme cuenta de que no escuchó nada o yo ya tendría que estar con la cabeza en el inodoro y juro que no seria la primera vez que pasa

Si no le gustaba algo, ella simplemente se las agarraba conmigo y como soy la menor con menos fuerza pagaba los platos rotos.

Sigo mi camino saliendo de la casa para alejarme los más pronto posible de ella y su jodida persona. Mi pulso se acelera solo al pensarla, necesito una escapada con urgencia y mantener distancia con ella lo más posible.

Sangre Y Espinas Biologia : Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora