Me miraban temblorosas desde el cielo azul, apagado por la oscuridad; delineadas, casi bordadas. No sabía si eran ellas, era yo o era la brisa, quién corría a corazón agitado, sin siquiera moverse.
La noche abrazaba los pocos silencios, un manto discreto entre el césped invisible. Entre tanto y tanto nos detenemos, como una orquesta entre las flores que asoman entre tinieblas, reverberan en los miedos vestidos de guirnaldas.
Sobre la parcela muerta brotan botones, parecen aterradores. Hierba mala o un bouquet de colores, bifurcación que hace eco en los cristales de los corazones. La llovizna apaga un rato nuestros propios sinsabores, deja el paso hacia palabras tan ligeras como efímeras cuestiones: "¿Que flores serán esas?", preguntaste como el viento.
Ninguno portó sobre sus labios lo correcto. Ambos éramos exploradores, entre el jardín sin conocer su pinta ni su nombre.
En días de otoño, hallaste lavandas, y yo bugambilias; pero siempre buscamos las jacarandas.
Hoy las conocimos, aún sin entender que lo hicimos.
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El Jardín de las Espinas Rotas ✨
Romansa¿Alguna vez has sentido que tu corazón quedó marchito? Entre las espinas de una traición, o de una desilusión, pensaste jamás volverlo a ver florecer. La imposibilidad de su renacimiento, pronto se volvió el abono para que un romántico bouquet se ab...
