—Aline… —dice una voz proveniente de poco menos de un metro de nuestra mesa; era Marc—.
Me paré inmediatamente y Luca por reflejo hizo lo mismo. Luca me mira desconcertado y lo mira a él.
—Luca, él es Marc; mi amigo. —le contesté cabizbaja—. Marc, él es… mi amigo…Luca.
me refería a Marc con la voz entre cortada, a la vez que miraba la tristeza y desconcierto en los ojos de Luca
Ambos se miraron fijamente levantando postura e inflando el pecho; parecían dos primitivos queriendo hacerse los civilizados.
Se saludaron con un apretón de manos que demostraba competencia.
Luca me miró por última vez, se dio media vuelta y se fue a su mesa. Solo podía observar como Luca me miraba de lejos, miraba a Marc y se volteaba para un lado.
Se veía un poco molesto y lo entendía; él y yo compartíamos los mismos recuerdos, él y yo teníamos un vínculo; pero no entendía su reacción si Marc y yo somos… amigos.
Marc se sentía celoso y me asediaba con sus preguntas, ¿Quién era? ¿Dónde lo conocí? ¿Éramos solo amigos? ¿Fuimos algo más? ¿Me cité con el aquí en el restaurante?, sus preguntas eran demasiado sospechosas.
¿Cómo podía hacerme una escena de celos, si me había pedido tiempo? Además la chica con la que lo vi… había estado con ella está noche; era claro que lo que haces no quieres que te hagan.
—es mi amigo, nos conocimos cuando yo estaba en la prepa, y por tiempos de estudio, él se concentró en terminar su carrera, apenas nos reencontramos. —le contesté un tanto aburrida de sus preguntas—. De igual manera no entiendo tus celos Marc, me pediste tiempo y te ví con una chica, ella es tu tiempo ¿verdad?
—No Lin, es complejo de explicar, pero podría hacerlo, solo que aquí hay muchas personas, necesitaríamos tiempo para ello.
—Ay Marc, tu y tu tiempo… solo déjame almorzar —Le contesté molesta.
Obviamente el se fue y al verlo alejarse mi corazón se iba rompiendo poco a poco.
Después del almuerzo Missy y yo subimos a la habitación a dormir un poco, teníamos actividades que hacer hasta las 4:00 p.m. y como no había dormido nada anoche, necesitaba recuperar fuerzas.
Al dormir volví a soñar con mis niñas. Ví a mi hija mayor hacerme preguntas interesantes y a mi hija menor intentando colocar piezas de juguete en su lugar.
Me sentía en paz y tranquila, estaba riendo con ellas y pasando un buen rato; había mucha luz cálida acompañando las imágenes.
Ví bailar juntas a las dos niñas y las ví abrazarse, después todo se torno grisáceo y el tic tac del reloj sonaba con intensidad, empecé a escuchar llanto de una niña que lloraba desesperada y el susurro de una mujer decía: “despierta…”
Abrí los ojos asustada, tenia taquicardia y no podía respirar muy bien. Sentí la necesidad de correr en su ayuda; más mis brazos se encontraban vacíos.
Pensé en todos esos recuerdos que despertaron y mi corazón dolía tanto, sentía que lo había perdido todo, aunque en realidad no tenía nada de lo que yo recordaba.
Missy llegó feliz a mi lado y me entregó un folleto, era un tour para ver ballenas.
El tour comenzaba a las 2 p.m. y terminaba a las 6 p.m. y quería que fuéramos. Así que acepté.
Llegamos al muelle. La brisa del mar rozaba mi rostro, la marea estaba tranquila y el sol era intenso. Llevaba un vestido corto y muy fresco, un sombrero de playa y mis lentes de sol.
Llegó el barco por nosotros, era un barco considerablemente grande de color blanco. Abordamos y nos pusimos a observar la vista.
El recorrido inició y navegamos mar adentro todo a mi alrededor era azul. El agua estaba tan quieta que se sentía una paz en el aire.
El guía comenzó a explicarnos acerca de estos animales, sus cualidades y su hábitat. La plática estaba bastante interesante.
A lo lejos se divisó un pequeño bulto salir del mar, el guía emocionado nos señalaba dónde.
Era la primer ballena que aparecía, se fue acercando poco a poco hasta que estuvo muy cerca del barco. Fue fascinante poderlas ver de cercas. Ese momento me había hecho olvidar un poco lo que estaba pasando, ver a estos animales tan maravillosos me hizo recobrar la alegría.
Entonces el tic tac del reloj se volvió a escuchar, pero ésta vez estaba sonando más rápido, al mismo momento escuchaba el latido de mi corazón y mis oídos tapados como si tuviera agua dentro.
De regreso al hotel Marc me pidió que habláramos. Me expuso el problema, no se le hacía nada bien que Luca se me acercara, según él “no tenía buenas intenciones”.
En ese momento comenzó a hervir mi sangre y me enojé; él sólo había visto que me saludaba y sólo eso bastó para hacer un drama. Contuve mi enojo, lo miré a los ojos y le pregunté: ‘y ¿Cómo está la chica? ¿Se encuentra bien?’.
El enmudeció.
—¿La chica? No entiendo… —me decía tartamudeando—
—Marc, ya lo sé todo… — lo miré con seriedad—
—Aline, lo siento… es un proceso difícil el que estamos pasando.
—¿Estamos? ¿Tu… y ella?
—Si, ella es mi hermana, es la menor, tu conociste solo a mi hermano y de ella aún no te hablaba, no estaba en el país.
—¿Cual proceso?
—Acaba de perder a su bebé, no tuve el valor de decírtelo —agacha la cabeza.
Marc se sentó en la jardinera intentando entender lo que pasó. Su semblante era malo, nunca lo ví encorvarse así.
Tomé valor y me acerqué al frente de él; tomé su barbilla y levanté su rostro. Lo miré a los ojos y le dije:
—Lamento mucho lo que pasó…
Abrace a Marc y el puso su cabeza en mi pecho, comencé a sentir que su cuerpo temblaban ligeramente, un suspiro se escuchó y sus lágrimas comenzaron a salir.
Hoy Marc era vulnerable y yo había sido una tonta.
Cuando Marc consiguió la calma me explico que sucedió:
—Lin, durante mi viaje recibí una llamada de ella informándome que sucedió, volví a casa de inmediato y volé a España donde se encontraba, entre tantas cosas que estaban pasando decidí no decirte nada, no quería preocuparte demás, al regresar te pedí ese tiempo porque quería ayudar a mi hermana con su duelo. Por eso la traje aquí, estos seis meses sin ti han sido duros. Perdóname Lin, no hice las cosas bien.
—Entiendo Marc, no es solo su duelo, también es el tuyo y te permitiré sanar, el tiempo que necesites aquí estaré, como tú novia o como tú amiga, lo que desees esta bien.
Cada quien tomo su rumbo y yo tenía una mezcla de emociones.
Me sentía culpable por desesperarme, por desilusionarme, por pensar mal de él y más por lo de Luca, pero es verdad, ya había pasado bastante tiempo de ese “tiempo” que el me pidió, no le debía y tampoco el me debía.
Aún y así la culpa me carcomía, así que salí a despejarme.
Fui paseando por las zonas turísticas, y me llamó la atención un tour que te llevaba a conocer las pequeñas islas que había cerca. Así que pagué una entrada
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Aline.
RomanceAline es una mujer que con el paso del tiempo, la monotonía y las desilusiones en su matrimonio se embarca en una aventura y repasa nuevamente su historia. Al regresar se da cuenta de que es víctima del abuso narcisista. ¿Será un viaje en el tiempo...