CAPITULO 8
ELECCIÓN.
Marc me invitó al cine. Así que ese día hice mi rutina de cuidado de la piel, había ondulado un poco mi cabello y me vestí para la ocasión. Tenía que ser algo lindo pero no tan formal.
Tomé mis jeans preferidos y me puse un top blanco, usaba unas plataformas blancas y una bolsa cruzada beige.
Cuando él llegó por mi, tocó la puerta y al abrir lo ví. Se veía tan lindo; está vez traía una camisa negra de vestir corte Slim fitt desabotonada de los primeros dos botones, pantalón de mezclilla y un hermoso reloj grande y plateado en su mano izquierda.
Su cabello bien arreglado y él muy perfumado; esos tonos amaderados que le caracterizaban. Era delicioso verlo.
Nos montamos en el auto y fuimos al cine. Ya era bastante tarde, se podía ver el cielo con sus estrellas.
Llegamos al lugar y nos estacionamos; el bajó y me abrió la puerta. Salí de auto y caminé un poco, él fue tras de mi, me tomó de la mano y entramos al cine. Compramos palomitas, refrescos y dulces. Entramos a la sala y fuimos a nuestros asientos. Fuimos a ver una película de comedia y acción.
Durante la función él no dejaba de verme, tengo que reconocer que yo tampoco dejaba de verlo.
Él se me acercaba mucho y de repente me abrazó, empezó a darme palomitas en la boca.
Nos reíamos de la película y el acariciaba mi mano o acomodaba mi cabello; me sentía plena con él. Sabía que tenía que estar con él.
Saliendo de la función me llevó a un parque muy bonito; caminamos por un rato.
La primavera había llegado y las lilas habían florecido; el aroma tan dulce emanaba en el ambiente y las flores moradas se veían alrededor.
Marc alcanzó un ramito de lilas y lo acomodo en mi cabello. Al caminar hubo un pequeño desnivel que me ayudo a poderlo ver casi frente a frente, entonces él me miró fijamente y me sonrió.
‘Esta noche no crees que es bella?’— comenta Marc—
‘Es maravillosa’—le respondí—
‘la luna hace que tus ojos brillen’ —me mira enternecido—
Ambos volteamos a ver la luna, pero él dejó de verla y me voltea a ver a mi.
Siento su mirada y nos vemos frente a frente.
Entonces estira su mano y la pone entre mi cuello y mandíbula.
Se acerca lentamente y hace una pequeña pausa con los ojos entrecerrados, cerré mis ojos y sentí sus labios tocar los míos; le correspondí el beso…
El tiempo se había detenido, sólo podía escuchar el latir de mi corazón, me sentía nerviosa, sentía el aroma de las lilas y el aroma de su perfume que emanaba de su piel.
Sentía el calor de sus labios y su respiración; me hacía sentir que me besaba con tanto anhelo, como si nos volviéramos a encontrar.
El beso termino lentamente; cruzamos miradas y sonreímos.
‘Aline, quiero estar contigo… me gustaría estar ahí siempre. En tus días, en tus noches, en tus momentos más felices y en tus momentos más tormentosos; quisiera cuidarte, por qué tú Aline, cuidas mi alma con tu presencia… ¿Puedo ser tu novio?’ —me dijo Marc con intensidad —
Me quedé sin palabras, estaba anonadada. Duré un minuto en silencio con mi rostro sorprendido, entonces rompí el silencio y dije: ‘si’ .
Me volvió a besar y me abrazó tiernamente. Luego escuche su voz decir: ‘tu eres mi gran anhelo’.⁸
Los meses fueron transcurriendo, Marc era un amor conmigo, se esforzaba día con día en hacerme sentir amada y yo le correspondía.
Cuando él sentía que su cabeza iba a estallar por las tareas y el trabajo, buscaba la forma de apoyarlo. Marc poco a poco se fue convirtiendo en mi mundo; en mi bendición.
El semestre acabó y por fin nos liberamos de la escuela. Aunque Marc trabaja y estudiaba al mismo tiempo programó un tiempo para estar conmigo.
8) Bésame - Camila.
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Aline.
RomansaAline es una mujer que con el paso del tiempo, la monotonía y las desilusiones en su matrimonio se embarca en una aventura y repasa nuevamente su historia. Al regresar se da cuenta de que es víctima del abuso narcisista. ¿Será un viaje en el tiempo...