CAPÍTULO II

128 6 5
                                    

Mi madre detuvo al Tom. Yo hice una mueca. Sabiendo lo que iba a pasar. Y esperando, no quedar en vergüenza.

-A ver cabrito. Nombre.- Ya conozco este interrogatorio. Mi papá está trabajando así que a ella le toca ese deber.

-Tom.- él mira a mi madre muy serio demostrado en su cara. Y yo parezco tómate de la vergüenza. Trágame tierra y escúpeme en otro planeta.

-Edad.- intenta intimidarlo con su mirada mientras se cruza de brazos.

-Diecinueve.- Un año mayor que yo. No es tan ilegal entonces.

-Ahh...- dice mi madre manteniendo su posición con los brazos cruzados.- la quiero aquí a las 10 y media. En punto. Y si le haces algo...- le dice señalandolo con el dedo. Pero yo la paro para que no siga hablando.

-Mamita. Esta bien. Ahí nomás.- sonrió nerviosa. Iba a seguir hablando pero el Tom me detiene.

-Tranquila señora. Su hija estará bien conmigo, no se preocupe.- sonrió tratando de darle confianza a mi mamá, cosa que logró, y mi mamá no es fácil de convencer. Lo dijo tan seguro, hablo tan bonito que mi mamá solo asintió. Bueno, salió "bien". Hasta ahora.

Nos despedimos de ella y caminamos hasta una moto. No wei' po. Apenas se andar en bici y me voy a subir a una moto.

-ni creaí' que me voy a subir a esta cosa.

El me tiro el casco para que lo agarrará. Con una sonrisa en modo coqueto. Este loco piensa que voy a caer con solo una sonrisa. Pues parece que tiene razón. Ay no.

-Sube noma y agárrate de mi.-

-¿Esto es seguro?- dije con duda mientras me ponía el casco. Me apretaba los cachetes.

Me dolían caleta.

Mi momento más humilde.

-Yo la he manejado toda mi vida. Tú dale nomás.- dijo sin dejar de sonreír. Señorrr

Él se subió primero, y luego me subí yo detrás de él algo dudosa. Empezó a andar y yo me agarré fuerte de él mientras cerraba los ojos.

-Tranquila preciosa. Sin que te di' cuenta vamos a llegar allá.



 Sin que te di' cuenta vamos a llegar allá

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Y así fue. Yo venía con los ojos cerrados
todo el camino hasta que la moto paró en el lugar.

El estacionó la moto y nos bajamos. Yo venía con el corazón en la mano.

Me saqué el casco y se lo pase. Ya podía respirar al menos.

-Llegamos sanos y salvos, preciosa.- me miró.- ¿Qué quieres hacer primero?

-¿Y si nos subimos al tagada?- dije con una pequeña sonrisa.

-Ya pero primero tenemos que comprar los boletos.

-Traje algo de plata.- saqué mi chauchero del bolsillo de mi suéter. Qué me lo puse cuando salí de la casa.

¿𝐌𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐢' 𝐭𝐮 𝐈𝐧𝐬𝐭𝐚? ♪  𝔗𝔬𝔪 𝔎𝔞𝔲𝔩𝔦𝔱𝔷.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora