Embarazo no planeado | HYUNLIX

Capitulo 19

Cargaba una bolsa con los nuevos cuentos para su hijo, que ese mismo día comenzarían a leerle con su novio.

Ambos querían alegrar al bebé, que aún lloraba por el dolor del golpe que tuvo el miércoles, le dolía bastante y era normal, el golpe era de un color morado aún y era demasiado reciente como para que dejase de doler, por lo que todos los días le colocaban pomada en el feo cardenal, calmando así el dolor que debía de sentir el cachorro.

Tomando la perilla de la puerta la giró, abriéndola para así entrar al departamento. Lo recibió el cálido aire procedente del climatizador que su suegro les había regalado y esa misma mañana había llegado, siendo instalada al instante. Sacándose los zapatos y dejándolos guardados en el zapatero se adentró a la vivienda, dejándose guiar por las desenfrenadas risas que emitía su hijo en el interior.

Al traspasar la puerta del corredor vio a Jeongin en brazos de su abuelo Jongsuk, recibiendo cosquillas en su barriguita que lo hacían reír con fuerzas.

Los padres de ambos estaban ese día presentes, debido a que se habían enterado que su pequeño nieto había sufrido un accidente, y se colocaron de acuerdo para visitar al accidentado bebé, que disfrutaba de la presencia de sus cuatro abuelitos.

— Bienvenido, alfa.

Felix se incorporó del sofá acercándose a él para darle un beso.

— Estoy en casa. — volvió a besar los labios del omega.

— Traje los nuevos cuentos de Innie. — levantó la bolsa, siendo recibida por Felix que emocionado revisó los títulos de los libros.

— ¡Gracias, alfa! — vio las portadas con una sonrisa. — Jeongin amará estos cuentos.

— ¡DAAAAAA! — gritó el nombrado al ver a su papá de regreso, alargando sus dos manitos hacía él realizó la muda solicitud de que lo tomase en brazos. — ¡DA, DA!

— Ya, ya, ya. — río acercándose al cachorro para tomarlo en brazos, llenándole las rechonchas mejillas de besitos, escuchando las risas que soltaba su hijo.

— Ya estoy en casa, bebé, ¿me extrañaste?

一 Da.

— Aw, yo también te extrañé mucho. — le volvió a besar las esponjosas mejillas. — Te traje muchos cuentos, mamá pidió tres, pero yo compré muchos más, porque así tendremos muchos cuentos para leer. — sonrió al ver lo adorable que se veía su hijo vistiendo el kigurumi de cerdito que Minho le había regalado.

— ¿Y esto? — la voz del omega castaño llamó su atención, por lo que desviando la mirada fijó sus marrones ojos en el menor, notando que éste miraba el interior de uno de los cuentos, sacando de allí un sobre blanco del tamaño del libro. — ¿Qué es, alfa?

— Un regalo para ti. — le sonrió, viéndolo mirar el sobre con asombro.

Guardando todos los cuentos dentro de la bolsa, se dedicó a analizar el sobre por fuera, mirando luego a su novio que le sonreía con cariño, sonrojándose abrió el sobre, notando que en su interior había una fotografía, con pasos delicados se acercó a la isla de la cocina, queriendo ver la fotografía con calma.

Dándoles la espalda a todos sacó la instantánea, apreciando que era una imagen del alfa y él.

Ambos sonreían mirando hacía la cámara, que era el móvil de Hyunjin, su cabeza estaba apoyada en el hombro del alfa, que pasaba su brazo disponible por su hombro, teniendo ambos las manos entrelazadas, y su otra mano reposaba en el cuello del mayor.

Recordaba ese día, había sido en las vacaciones de verano en uno de los paseos que tuvieron con el rechoncho bebé, lo habían llevado a una zona con bastantes hectáreas verdes para que apreciara la naturaleza, aprovechando la instancia para sacarse aquella fotografía.