Embarazo no planeado | HYUNLIX

Capitulo 22

¡Capitulo con leve contenido +18!

Miró la hora en su móvil, notando que estaba veinte minutos atrasado para ingresar a la clase, podría ser peor, pero gracias a su suegro llegó más rápido, que a pedido de su pequeño novio lo fueron a dejar primero a la universidad antes de irse al apartamento, pudiendo despedirse de los dos omegas sin problemas, corriendo después por los corredores de la universidad hasta llegar al salón.

Suspirando apoyó la mano en la puerta corrediza, abriéndola para ingresar a la clase, topándose con la curiosa mirada de su profesor, que miró el reloj que traía en la muñeca.

— Buenas noches, Hyunjin ssi. — la ronca voz del hombre lo hizo estremece, sabía que lo estaba molestando por la hora. — ¿Usted cree que estas son horas de llegar a clases? ¿Veinte minutos tarde?

— Lo siento. — hizo una leve reverencia. — Vine en la mañana, pero me fui rápido para poder asistir a la hora con el pediatra de mi cachorro.

— Ya veo, ¿no se quedó dormido entonces?

— Oh no. — negó. — Vine al quiz del profesor Park, después fui al hospital para acompañar a mi omega al control pediátrico de nuestro hijo y me trajo mi suegro hasta la universidad para no llegar más tarde.

— ¡Dice la verdad, profesor! — intervino Jay. — Hyunjin fue el primero en terminar el examen del profesor Park para poder llegar a la hora con el pediatra de su hijo.

Se oyó la queja de todos, quienes miraban al que mejor nota tuvo en el examen del profesor Park.

— Entiendo. — miró a su estudiante. — Puede entrar, Hyunjin ssi.

— Gracias, profesor. — hizo una reverencia, entrando a la sala y cerrando la puerta detrás de él.

— ¿Cómo le fue a su cachorro en el pediatra? — consultó curioso el hombre, recordando que el rubio cenizo era uno de sus mejores alumnos, aun siendo padre.

— Bien, lo encontró sano y gordito. — río. — Nos felicitó por tenerlo tan bien alimentado.

— ¿Su hijo no había tenido un accidente? — vio al joven padre asentir. — ¿Cómo se encuentra?

— Bien. — sonrió. — El pediatra le revisó la cabecita y no encontró nada de qué preocuparse, fue un golpe superficial lo que sufrió, y sin secuelas, que es lo más importante. — pensó en su sonriente hijo. — Son accidentes normales que ocurren cuando un cachorro se pone a gatear, y nos dijo que sufrirá algunos más cuando aprenda a caminar, por lo que debemos estar atentos si no queremos que se siga golpeando la cabecita.

— Comprendo, también soy padre y ahora tengo dos nietos pequeños. — todos abrieron los ojos impresionados de que el profesor contase algo de su vida, él era el más misterioso para todos, siempre teniendo su vida privada en secreto. — Puede tomar asiento.

Asintiendo se encaminó al asiento disponible junto a su compañero de estudios Jay, quien le mostró la cantidad de hojas que debía dejar disponible para después transcribir la materia perdida.

El resto de la clase pasó rápido, anotando todo lo que el profesor hablaba y escribía en el pizarrón, sintiendo a través del lazo que compartía con su pareja la felicidad de éste, y supuso que su hijo debía de estar haciendo alguna cosa que hiciese sentir tan dichoso a su novio.