No te atrevas

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Narrador: Isabelle

Despúes de el final de la visita de los chicos a Hogsmade solo me saludaron y me contaron sobre el paseo, nada especial. Termine el día con la noticia de que robaron a la dama gorda de su respectivo cuadro y que también todos debíamos dormir en el gran comedor ya que hay sospechas de que Sirius Black, si, el mismo asesino que esta buscando a Harry para supuestamente matarlo, esta infiltrado de algun modo en nuestro castillo. Tuvimos que dormir en unas colchonetas de campamento muggle, sufri frio por culpa de la piedra con la que esta hecho el piso del castillo y también por que estas colchonetas son muy finas, estoy acostumbrada a dormir con quinientas mil capas de diferentes mantas y cosas para taparme, y no lo digo solo yo, mis amigas afirman eso y también que muchas capas de abrigo terminan en el piso, pero eso es otra historia.

Nos levantamos emocionados ya que hoy es el partido de quiddich, Gryffindor contra Hufflepuff, nos vestimos ya cada persona en su casa y luego salimos afuera para ver el partido. El día era muy desfavorecedor para jugar este deporte, ademas es sobre escobas voladoras y no es como que haya una altura limite, tu solo te pones el limite.  Con el cielo cayendose sobre nosotros y un clima totalmente helado salimos a las gradas. Con el partido ya comenzado aprovechabamos Her y yo a gritarle a Harry cuando se acerque:  - ¡Vamos Harry! -  para molestralo sobre todo, en medio del partido todos veíamos como Potter se iba perdiendo en las profundidades del cielo, mezclandose con las nubes, despues de casi quince minutos veíamos como una figura caía del cielo, y por si se lo preguntan no estaba cerca de ser un angel y Harry menos, es el tipico chico que parece un angel, todo bueno, pero no, es muy travieso.

Volviendo al tema de quiddich nos encontrabamos en la enfermeria. Harry no se hizo mucho daño pero su escoba si... creo que prefería que se le haya roto la pierna entera antes de tener que ver esa atrocidad de escoba hecha pedazos, ya que el se había caído a una altura de más o menos veinte metros, no sabemos que paso pero sospechamos que los dementores tenían algo que ver. Mientras Fred y Ron peleaban por saber como Ron quedaría si se tiraría en la torre de astronomía Harry despertó. Su cabeza apoyada en la camilla y su cara sin sus lentes me hacia acordar profundamente a cuando eramos un poco más niños, con los lentes es como si Harry se viera unos dos años más mayor de lo que somos en realidad. - ¿Como te encuentras? -  le pregunto Mione, dandole los lentes a Harry  - De maravilla - contesto nuestro amigo con sarcasmo  - Nos diste un buen susto -  interrumpio George  - ¿Que paso? -  pregunto, acomodandose en la cama e ignorando el comentario del gemelo Weasly  - Te caíste de tu escoba a más de veinte metros -  me apresure a contestarle  - ¿Quien gano? -  pregunto, una vez más ignorando los comentarios y respuestas.  - Pareces Oliver -  le comento Ron mientras me reía por su tonta aclaración, Fred se río al igual que yo, Her por otro lado le tiro una mirada asesina a el Wesly Ron, se quería matar, solo quería que Harry no este tan pendiente de su escoba hecha pedazos  - Nadie te culpa Harry, los dementores no deberían haber entrado, Dumbeldore estaba furioso, te salvo y expulsó a todos -  le dijo Mione hablando sobre los dementores   - Hay otra cosa que deberías saber... - le dije con temor por su reacción  - Cuando te caíste, digamos, que tu escoba puede que haya volado hacía el sauce boxeador y... Bueno, siento lo de tu escoba - le termino de decir Ronald mostrandole la escoba a nuestro amigo.

☆ ⌁☍

Nos encontrabamos en Hogsmade, estabamos con Hermione y Ron, en el bosque, cerca de la casa de los gritos  - Es la casa más encantada de Gran Bretaña, ¿Se los había dicho ya? -  nos pregunto la de rizos  - Dos veces - repetimos Ron y yo  - ¿Nos acercamos más? -  pregunté con curiosidad hacía el asunto  - ¡Si! -  dijo emocionada Her  - Yo creo que estoy mejor aquí, si quieren ustedes pueden ir -  dijo Ron con temor mirando a la casa, de repente unas voces familiares aparecieron detras nuestro  - Miren quienes estan aquí, contemplando su futura casa, Ron y la sangre sucia -  - Un poco grande para ti Weasly, ¿No duermen todos en un mismo cuarto? -  dijo el idiota de Draco acercandose hacía nosotros tres  - Callate de una vez Malfoy, y no te atrevas a decir otra vez sangre sucia a Hermione -  le dije de manera desafiante  - Que desagradable, es hora de enseñarle a Grindelwald a respetar a sus superiores -  decía el platinado mientras se acomodaba algo que parecía como un traje ruso, me reí por su estupido comentario  - ¿No estaras hablando de tí verdad? - le dijo Her con risas  - ¿Como te atreves a hablarme... asquerosa sangre sucia? -  antes de poder tirarle cualquier tipo de hechizo para callarlo o matarlo una bola de nieve del tamaño de mi mano lo golpeo a Draco, la expresión del chico cambio repentinamente a miedo - ¿Quien esta ahí? -  pregunto con voz firme en la dirección que la bola había sido lanzada. Pasados al menos tres segundos una tormenta de bolas de nieves los ataco a Malfoy y sus amiguitos  - ¡No se queden ahí quietos, hagan algo! -  les obligo Draco, mientras empujaba a Crabb, haciendo que este casi se caiga al suelo de nieve, de repente a Goyle le bajaron su gorro hasta sus ojos provocando que no pueda ver nada y de un momento a otro a Crabb le bajaron sus pantalones, y lo empujaron al piso, mientras que Goyle estaba siendo tironeado por su bufanda verde oscura y negra, dando vueltas sobre su propio eje, Malfoy por otro lado intentaba esquivar esta rara "magia" o mejor dicho presencia, que se ocupaba de hacer un caos para esos tres, dando vueltas sobre si mismo, Draco termino en el suelo por culpa de haberse chocado con los pies de Crabb, cuando menos lo esperamos esta presencia agarro los pies de Draco, arrastrandolo así hacia la casa de los gritos - Que paso Malfoy, ¿se te perdieron tus esquís? - le preguntaba Ron con gracia, los tres mirabamos la situcion con risas. Los tres del grupito opesto a nosotros se pararon finalmente y empezaron a correr  - ¡Quitense del medio! -  les gritaba el rubio mientras escalaba con los cuerpos de sus amigos y los empujaba para abrirse paso  - ¡Malfoy, espera! - le gritaba Goyle. Mientras esos tres corrían ninguno de nosotros pudimos evitar las risas.


 Mientras esos tres corrían ninguno de nosotros pudimos evitar las risas

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Polos Opuestos | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora