Nami y Luffy son amigos desde que tienen pañales, siempre han estado para cuidarse la espalda y casi siempre se meten en problemas.
Cuando vuelven de Latinoamérica son más idiotas que antes...¿Eso es por lo menos posible?.
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Después de un buen rato de reencuentros y lloraditas las clases habían acabado.
Luffy: no entendí ni un carajo.
Nami: es que tú eres bien bruto.
Luffy:¿Quieres pelear Nami?.
Nami: cuando quieras.
José: chicos.
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Nami y Luffy se abrazaron por el miedo y terror que amigo les generaba.
Luisa: m-mejor que vamos a la casa de los gemelos para cambiarnos -dijo nerviosa.
Todos aceptaron y se fueron como rayos a la casa dejando al resto con un puchero.
Sanji: el viejo ya me mandó un mensaje...
Robin: mi madre igual...
Ace: el tío también...
Todos se miraron y sin decir más se fueron para cambiarse.
Más tarde
Todos ya estaban en el Baratie, tal parecía que nadie sabía la razón de la invitación Pero ellos no dirían nada.
Nojiko:¿Alguien cumple años y yo no sabía? -pregunto confundida.
Chopper: nop.
Nojiko suspiro aliviada y espero a que la puerta se abriera, era raro que el Baratie estuviera cerrado un día de semana y que tuviera un cartel que decía "Reservado" ¿Qué tenía pensado el viejo Zeff?.
La puerta se abrió dejando a todos entrar, encontrándose con todo a oscuras.
Sora:¿Papá?.
Zeff: siéntense.
Todos obedecieron y se sentaron en unas mesas que estaban en frente de un escenario que había puesto hace un tiempo Zeff, les llamaba la atención que el escenario estuviera tapado por una cortina roja.
Dragón: estoy confundido.
Bellmere: igual yo.
Garp: a esos mocosos les gusta las entradas extravagantes ¿No les parece? -dijo con una sonrisa.
