1- Piloto.

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–Un nuevo día en California, los rayos del sol se filtraban por la ventana, pegando directo a mi rostro, y por la molestia, me levanté, el reloj en la pared marcaba las 6:17, ¡El vuelo es a las siete, mierda!
De un brinco, me levanto de la cama, tomo mi ropa (que había dejado lista la noche anterior.) Y corrí hacia el baño.

Salgo del baño, con el cepillo en la boca intentando acomodarme el zapato y avanzando dando pequeños saltos.

«Está loca», pensaría cualquiera que me vea en estos momentos.

—Oye, Val, ¿qué vas a desayunar, querida? — Grita papá desde la cocina. Se le cae algo y genera un gran estruendo. —. Haz como que no escuchaste eso. — Soltó una pequeña risa.

—Sabes que por mí cualquier cosa está bien.

—¡Okey!
Mi padre es increíble.

Después de bajar la maleta (con mucho esfuerzo, sudor, y lágrimas, puesto que casi me caigo de cara.) Me siento en la mesa

—¿Lista? — Daimons, mi padre, un hombre amable, valiente y cariñoso, su cabello es lo más parecido a una llama ardiente, sus ojos del color del cielo, me miran tristes. —, te voy a extrañar bastante.

—Y yo a ti, papá.

—¿Estás emocionada? — Me sonrió, tomó mi silencio como un sí y rió. — Bilem vendrá a llevarte al aeropuerto después de desayunar.

— Asentí — ¿Vas a trabajar? — Bebí de mi café.

—Sí, créeme que me encantaría poder llevarte.

Sonó la bocina del auto de mi hermano, ya está afuera.

Mi hermanito menor, Miles, salió por el estruendo frotándose los ojos.

—¿Te vas tan rápido? — Preguntó, somnoliento.

—Sí, enano, te levantaste tarde. — Acaricié su cabeza y revolví su cabello.

—¿Nos vas a dejar visitarte? No te veré por cuatro años, me vas a hacer falta. — Enserié, sabía que me lo iba a pedir.

—Ah, bien.

Papá salió conmigo y de paso saludó a Bilem.

—¡Papá, viejo decrépito, no sabes cuánto te extrañé! — Lo abrazó después de estrecharle la mano, por que sabe que a nuestro progenitor no le fascinan tanto.

—Maldito mocoso — Susurró para sí. —, yo también te extrañé.

Ahora que me pongo a pensar, estos dos parecen gemelos uno a la par del otro.

Me subí al auto, y en diez minutos llegamos al aeropuerto.

Me despedí de mi hermano, y me monté en el avión.

En diez horas estaré en la "prestigiosa" universidad París-saclay.

University lovers| EN CURSO/EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora