una muy grata sorpresa

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El brazo casi deforme y en comparación, gigantesco se abalanzó contra el peli naranja con lentitud, saltó a un lado mientras el pavimento afectado se quebró por la fuerza.

Sudando, desvío la vista para iniciar la carrera lejos de ésta bestia, resopló, nunca habían sido lo suficientemente agresivos como para arrojarse contra él.

- ( No... No puedo, corre! Corre!!)- jadeó con la adrenalina corriendo por sus venas.

Ahora estaba siendo expuesto a las maldiciones, al verlo, sentir como era acorralado y su corazón se apretaba con el temor creciendo, todas comenzaron a acercarse.

- ( maldita sea...no...NO!!!)- gruñó cuando sus espaldas chocaron con la pared.

Estaban casi frente a él preparándose para exterminarlo, cada paso era para estar más cerca de su muerte, una muerte tétrica y probablemente lenta por estos seres pesadillescos.

Cada paso más cercano a morir.

Y esa idea se le hacía horrible.

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- normalmente se les atribuye misiones de tal categoría a los hechiceros pertenecientes a la misma, no obstante, con la falta de personal es común que hechiceros de menor grado participen en misiones mayores.- eso explicó Ijichi al trío de chamanes jóvenes mirando el reformatorio.

- imagino que el maestro Gojo no puede venir y proceder en ésta por estar ocupado con alguna otra...no?- Indagó el pelirosa con una mano en el mentón mirando a los dos azabaches.

Ambos tenían la misma expresión de "si como no", definitivamente, gojo se ganó el título del más fuerte y a su vez, el título del más ineficiente y rompe pelotas de toda la academia de hechicería, aún así, nadie notó la posterior expresión de culpa en los ojos de Ijichi.

- colocaré el velo...procedan.- ordenó e informó para iniciar el despliegue de la barrera.

Antes de ello, el trío miró como una mujer preguntaba por su hijo quien era al parecer un cautivo del establecimiento, itadori giró con determinación creciente al edificio frente a él.

- Fushiguro, Kugisaki...salvemoslos, a cuántos podamos!!- él exclamó sin apagar esa llama en su mirada.

El azabache no le tomó mucha importancia e inició su camino, a la castaña le intrigó un poco, esa sutil intensidad por ayudar a alguien desconocido, un sentimiento ajeno a lo que se había acostumbrado o auto-inculcado.

- hummmm... éste lugar parece mucho más grande por dentro!! Qué pasó aquí?- observó el recipiente cuestionando la deforme edificación.

-( ésta alteración por una maldición nacida en tal zona no es nada común, se asemeja a un dominio formado de manera inclusa...)- Megumi pensó con sospecha.

Una cuarta persona extendió sus labios formando una sonrisa malévola mirando el paisaje detrás de una ventana.

- oigan...la puerta, desapareció!?- el pelirosa volvió a hablar nervioso.

Nobara y el usuario de sombras giraron a sus espaldas confirmando que la entrada la cual atravesaron ya no existía.

- oh! Rayos!! Cómo le haremos ahora para salir!!?- dijeron en conjunto los dos payasos dando vueltas en círculos.

-( te pondré a prueba!)- itadori oyó a Sukuna expresar dejándolo confundido.

Megumi procedió a invocar al perro demonio blanco el cual tenía registrado la información de acceso, alegrando a los otros dos quienes acariciaban al Shikigami y procedieron a caminar.

A Sorcesser's New Path: JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora