Capítulo 3

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La mirada fija en la infinita oscuridad de su habitación, la falta de la respiración acompasada de su compañero de habitación, el silencio absoluto, su mente era incapaz de conciliar el descanso, no era posible que fuese capaz de cerrar los ojos o si quiera pensar en olvidar el hecho de que tres de los suyos se encontraban expuestos al peligro, lejos de su protección; no... nada de eso sucedería, ninguno de ellos estaba en problemas, debía confiar en que así sería.

-Ȝ-

Miedo, el lugar apestaba a miedo, el hedor era tan potente que le causaba nauseas, la historia era la misma de siempre, algún idiota que había sido lo suficientemente descuidado para ser atrapado, el pobre idiota, ahora no era más que un montón de carne convulsionando a sus pies, si no fuese que se consideraba un comportamiento poco aceptable seguramente un sonrisa comenzaría a esbozarse en su rostro ante la situación; quien antes se había atrevido a retarlo y a mofarse de sus camaradas ahora lloraba como un niño pequeño deseando la muerte.

– Que bajo han caído los gigantes... – los comentarios sin sentido de Loki como siempre lo hicieron quebrar su papel, sonriendo ligeramente – la dama muerte no será quien te de un beso de buenas noches... al menos no en un futuro cercano – los dientes modificados del Loki se aproximaron peligrosamente al rostro del contrario y simuló una mordida – debo reconocer que tienes un puño fuerte, fue una sorpresa que fuese capaz de darle un derechazo a nuestro pequeño Toth, aunque... – con su pie alejó la mano gangrenada del prisionero – evidentemente no fue una buena idea.

Desde el otro extremo de la habitación con el ceño fruncido y los brazos cruzados el mencionado observaba la escena con resentimiento, no resentimiento no... arrepentimiento... el pobre chiquillo aún no asimilaba los alcances de su poder; mismo motivo por el cual no había sido enviado a las misiones de búsqueda y captura, esta era la primera misión "real" del muchacho y hasta el momento se trataba de un absoluto desastre en la escala de todos, se trataba de algo que debería solucionar.

– Deja al pequeño humano en paz, el comandante tiene mucho más que preguntarle y necesitara toda la energía que pueda contener... deja de divertirte que debemos ir a nuestros alojamientos por esta noche.

Los tres muchachos fueron trasladados a las "habitaciones" que ocuparían aquella noche, tres celdas acondicionadas como hospedaje, un pequeño recordatorio de que para ellos no eran más que simples peones piezas de un juego que podían ser manipuladas a su voluntad sin alguna opción a reclamar.

– Somos simples marionetas... – Loki se dejó caer sobre la cama dando un bufido mientras miraba el techo blanco de su celda – salvamos su trasero todos los días pero no son capaces de darnos una habitación decente.

Loki se encontraba jugando con su suerte y eso a Fobos no le gustaba, si algo le sucedía al busca pleitos durante su permanencia en aquellas instalaciones estaba seguro de que estaría en problemas, serios problemas que seguramente no se limitarían a dormir en el pasillo por algunos días; estaría en problemas si algo le sucedía a aquellos muchachos bajo su guardia.

– Al menos no estamos en la celda de aquel tipo – por primera vez desde que había comenzado el interrogatorio aquella tarde Toth se había dignado a hablar; el tono de regaño en su tono de voz no pasó desapercibido para ninguno de ellos ganándose un bufido de parte del pelinegro – las cosas podrían ser peores, ahora cállate y duerme.

Fobos no dudó en seguir el consejo del menor y cerrar los ojos, imaginando que se encontraba de regreso en su habitación de la madriguera, donde todo le resultaba conocido y todo podía estar bajo su control; el control era importante para él, el control era necesario en su vida.

– Todos callados y a dormir; mañana será un día largo como nunca antes.

La respuesta de Loki murió en sus labios a la vez que las luces de la sala se atenuaban y el silencio comenzaba a reinar en el lugar únicamente interrumpido por el murmullo de sus respiraciones; sin lugar a dudas sería una larga noche lejos de casa.

-Ȝ-

La ausencia de luz y el silencio absoluto en la madriguera le ponía los pelos de punta a la castaña, el silencio era algo a lo que no terminaba de acostumbrarse, el silencio era algo que movía los recuerdos que se encontraban en la parte más oscura de su mente; no había manera en que ella lograse conciliar el sueño en aquellas condiciones.

El tiempo no detuvo su paso ni lo aceleró, para cuando finalmente el sueño parecía llegar para reclamarla, el sol ya se asomaba por la ventana, necesitaría una dosis extra de café si pensaba ser un sujeto productivo durante el día.

El sonido de la maquina cafetera comenzando a funcionar la obligó a abandonar la calidez de las mantas, la fría lluvia proveniente de la ducha le obligó a despertar, con pereza se dirigió a la sala común para consumir sus raciones matutinas, sería un día largo, un día muy largo si las miradas extrañas entre Carmilia y Snow significaban algo tendría muchos problemas durante todo el día sin lugar a dudas.

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