Dos días habían pasado ya desde que Mina le había dado ese tonto contrato a Dahyun, el cual la tenía pensado tanto día y noche, cada maldito segundo pensaba en las palabras de Mina.
No negaría que la oferta era tentadora, porque estaría mintiendo, pero ¿Estaría dispuesta a pagar el precio por ello? Dahyun jamás ha tenido un novio, o siquiera salido con alguien desde que tiene memoria, así que lo que Mina le proponía era demasiado para ella.
—¿Por qué me pasa esto a mi? —Dahyun soltó un suspiro y se tiró en su cama.
No tenía muchas opciones realmente, o dejaba la universidad y buscaba aún empleó, o trabajaba para Mina bajo sus condiciones y ella pagaría toda su carrera, esas eran sus únicas opciones, y ninguna sonaba muy convincente para ella en estos momentos.
Dahyun tomó el contrato que estaba en la mesita de noche a un lado de su cama y volvió a leerlo, quizás podría decir que casi lo sabía de memoria de tantas veces que lo había leído ya, pero es que aún leyéndolo miles de veces, no lograba entender porque Mina quería que ella fuera la que le diera todo esto.
Ni siquiera Dahyun se identificaba como una persona a la cual le gustarán las mujeres, nunca le había atraído alguna chica de su escuela, pero entonces ¿Por qué no dejaba de pensar en el hermoso rostro de Mina? O en ese maldito momento donde Mina la besaba tan bien, quitándole el aliento, y dejándola con ganas más.
—Debo estar loca...
Dahyun tomó su teléfono y la tarjeta que Mina le había dado con su número de teléfono, lo pensó por un par de segundos pero al final decidió marcar el número.
Sus nervios aumentaban cada vez que aquel "bip" sonaba contra su oído, sus manos temblaban, y muy en lo profundo deseaba que ojalá Mina no contestará.
Pero al parecer el destino tenía otros planes para ella, ya que al quinto tono la llamada fue contesta y se pudo distinguir aquella suave voz que caracterizaba a Mina por el otro lado de la línea.
—Buenas tardes... ¿Quién habla?
Dahyun soltó un suspiro al escucharla, en su mente olvidando todo lo que estaba por decirle, y de sus labios solo pudo salir un audible.
—H-hola...
Una risita se escuchó por el otro lado y Mina habló. —Señorita Kim... Es un gusto saludarla, ¿En qué puedo ayudarla?
Y Dahyun no podía verlo, pero Mina sonreía con orgullo al escuchar a Dahyun marcándole, había estado esperando su llamada por más de 34 horas, y al fin poderla escuchar la hacía pensar que Dahyun había estado pensando mucho en la oferta que le propuso.
—U-usted... ¿Usted está ocupada está tarde?
—Eso depende para que me busquen... —Mina podía notar aún por el otro lado de la línea telefónica, lo nerviosa que Dahyun se encontraba.
—Necesito hablar con usted. —Queria ser rápida y directa, aún para ella era raro tener que hablar por teléfono con Mina.
—¿Ahora? Aún no han pasado los tres días, ¿Estás desesperada por trabajar para mí...? —Mina no lo diría, pero la que realmente estaba desesperada por saber la respuesta de Dahyun, era ella.
—Y-ya se que aún no han pasado los tres días... Pero, hum, quería saber si podríamos hablar sobre eso... —Sus palabras salían casi en un susurro, haciendo que Mina sonriera aún más, estaba ansiosa.
—¿Estás en tu casa?
—S-si...
—Pasare por ti en una hora, trae el contrato contigo.
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𝙱𝚘𝚜𝚜 𝙼𝚢𝚘𝚞𝚒. •|𝙼𝚒𝚑𝚢𝚞𝚗|•
FanfictionLo que menos esperaba Dahyun cuando cruzó las puertas de aquella oficina era caer rendida ante aquellos orbes color miel, que pertenecían a la jefa de su madre... |•| -Olvida los contratos Kim... Quiero follarte aquí y ahora... -Dijo la rubia con un...