Es el año 1955 y entraste en un nuevo trabajo donde cuidas la entrada de un edificio, tu trabajo consiste en determinar si la persona que desea entrar al edificio es o no es un doppelganger.
Tu trabajo iba bien, ya habías estado un par de semanas haciéndolo bien aunque últimamente te has presentado con un problema... De alguna manera estableciste una relación con un doppelganger, el doppelganger de Francis Mosses; El lechero
(Creadora: esta vez el dibujo no es mío, créditos a quien corresponda)
Cuando él te rogó una y otra vez "por favor... Déjame pasar" pensaste: ¿Qué es lo peor que podría pasar? Así que abriste la puerta, fingiendo que simplemente te equivocaste y no acabas de dejar entrar a un doppelganger altamente peligroso. Sabías que al hacerlo pones en riesgo tu vida pero de alguna manera no te importa... Francis ha tenido más de una oportunidad para matarte y no lo ha hecho, cada vez que te topas con él dentro del edificio sólo te mira o dice algo como "mmm... Hola..." O "Gracias por dejarme entrar"...
Hoy fué definitivamente un día especial, cuando encontraste a Francis en tu oficina pensaste en que iba a hacerte daño o finalmente iba a matarte... Pero fué mucho mejor...
Tuviste que trabajar todo tu turno con él debajo de tu escritorio, él lentamente levantó tu falda y... Tuviste que disimular el placer de Francis dándote un oral y tocando tu cuerpo. Algunos vecinos te miraban raro mientras intentabas no gemir. Te sorprendía lo bueno que era Francis al momento de usar su boca, lengua y dedos para darte placer, lo hacía lentamente, sabía perfectamente en dónde tocar y lamer para hacerte sentir de la mejor manera.