¡Oh! Han pasado siglos.
Siglos en los que te hemos buscado.
Siglos esperando que estos fríos corazones sientan algo.
Siglos esperando esos labios.
Siglos buscando el compañero de vida.
Por eso lamentamos tanto no cumplir tu deseo de irte de nuestro...
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•Y con una enorme alegría se dio cuenta que era libre.
No más ataduras.
No más castigos.
No más dolor.
No más lágrimas.
No más encierro.
Caín Lombardi era libre.
Totalmente libre.• °•°•°•°•°•°•°
El cuerpo de Caín flotaba en el frío rio, parecía ser que no había alguna esperanza para el, había dado todo de si para poder resistir hasta encontrar su libertad parece ser que todo ese dolor y esfuerzo no valió la pena. Hasta que unos brazos lograron sacar a Caín del agua.
-Dios, estás casi congelado.- Dijo aquella persona.- Tranquilo ya estás a salvó.-
°•°•°•°•°•°•°
Caín frunció su entrecejo, algo frio recorría una de sus mejillas. Abrió sus ojos de golpe debido a la sensación.
-Vaya, has despertado.- Una dulce voz de mujer lo alerto.- Tranquilo, desde aquí puedo escuchar tu pobre corazón alterado.- Caín miro a la mujer, se parecía a ellos, piel pálida y fría, unos ojos de un extraño color, no respiraba y tan guapa como ellos.- Tranquilo, no te hare daño.-
-No puedo confiar en los de tu especie.- Caín susurro.-
-Lo se.- La chica sonrío de manera triste.- Se quienes son tus almas gemelas.- La chica tomo un trapo mojado y lo paso por el cuello del chico provocando que el chico se estremeciera un poco.- Tranquilo, todo estará bien.-
-¿Quien eres?-
-Oh, cierto, mi nombre es esmeralda.- Le sonrió levemente.- Soy vegetariana no te preocupes, yo no te hare daño.-
-¿Vegetariana?-
-A vemos algunos, solo algunos vampiros que tomamos sangre de animal, eso nos hace básicamente vegetarianos, por eso nuestros ojos son de color dorado.- Caín miro los ojos dorados de esmeralda.-
-¿Como llegue aquí?- Suspiro de alivio al sentir que le ponía la pequeña toalla en su frente, se sentía demasiado acalorado.-
