*ೃ࿔ Entre Dos Mundos

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Había pasado tres días desde que despertó jimin en aquel cuerpo, y una semana desde que estuvo inconsistente, según le habían dicho.

Se encontraba aburrido acostado en la cama, sin podir ir a ningún lado, pues estaba más vigilado, luego de intentar regresar a su mundo, le prohibió su padre el rey salir de su habitación, a menos que fuera acompañado.

Pues después de que despertó alterado y en shock, sus intentos fueron saltar por la ventana, meterse a la fuente, hundirse en la bañera, incluso saltar ala laguna qué tenían cerca del castillo.

Todos estaban preocupados por la princesa, ya no era aquella joven dócil, amable, sumisa y tranquila, ahora era atrevida, rebelde, coqueta, inquieta y loca.

Así la diagnostico el medico según el, pues había perdido la memoria y falta de conocimiento su mente enloqueció.

Estaba perdida entre sus pensamientos la princesa que no escucho la puerta sonar.

-Me permite pasar My lady - aviso su dama Julia.

-Pasa- respondió sin ganas.

Su Dama la señorita Julia estaba preocupada por el estado de su amiga, ya no salía al jardín, tampoco iba a leer a la biblioteca, se la pasaba escapando y huyendo de todos ellos, haciendo locuras,solo esperaba que algún día su amiga regresara.

Quizás recorrer los lugares que visitaba antes, le harian recordar, así que se le ocurrió una idea.

-My lady, ¿le gustaría asistir al jardín a tomar aire fresco?- sugirió animada la pelirroja.

Johanne miraba a la chica boca arriba, se notaba animada y alegre, en cierta parte le recordaba a su mejor amigo hoseok, aquel que estuvo todo el tiempo a su lado.

Suspiro y se levantó de la cama

-Esta bien, vamos - respondió calmada

-Perfecto - sonrío - Traeré a una mucama para que le ayude a vestirse.- dijo amable y se retiro.

Minutos después llego una sirvienta y le coloco un vestido corto, azul, con una zapatillas bajas, aliso su pelo y coloco un poco de maquillaje.

-Luce muy hermosa princesa - alago la sirvienta al terminar.

-Gracias - respondió ella tímida.

-Me retiro - se despidió con una reverencia y salió de su habitación.

Luego entro su dama y sonrío al verla vestida y arreglada, aunque su reacción era distinta, se veía decaída, entonces se acercó y le dio su apoyo.

-Siempre estaré para la princesa, no importa lo que sienta, puede contar conmigo - animo firme.

Jimin se sorprendió ante aquella confesión, era como ver a su amigo frente a el, si esa era su vida ahora, tendría que adaptarse si es que no quería ocasionar problemas a otros, ya que se notaba que se preocupaban por ella.