Adriel pasó por mi a mi casa, saludó a mi mamá que por cierto le cayó muy bien ya que antes de que llegara le comenté sobre él y que era hijo de mi maestra de ballet por lo tanto mi mamá le daba intriga conocerlo.
A mí mamá le agrado mucho, dijo que era un chico muy educado, así que ahora nos encontrábamos en dirección a la cafetería antes de que mis clases comenzarán.-Llegamos, ¿Gustas que te abra la puerta?
-No gracias- dije abriendo la puerta del coche, la verdad es que en cuanto ví que llegó un coche a mi casa no creí que fuera él y bueno aún quiero vivir.
-Tenías miedo de que pasara algo, ¿no es así? Tus nervios son muy notorios - dijo riéndose un poco.
-No lo voy a negar- respondí mientras abría la puerta de la cafetería.
Entramos y para ahorrarnos algo de tiempo decidimos pedir directamente a esperar que fueran a la mesa. La chica nos atendió y solo pedimos dos cafés de moka, para después irnos a sentar en una mesita de dos, cerca de un ventanal que daba vista a la calle.
-El café es muy bueno- dice Adriel mientras sorbe de la misma
-Si, para ser solo de moka está rico
-Dijiste que la cafetería es nueva, ¿No?- pregunta y yo solo hice un sonido de haber acertado- ¿Entonces qué era antes aquí?
-Cuando inicie las clases, esto era un restaurante de comida casera, después pasó a ser una tienda de artículos de bisutería y bueno creo que los dueños de ese negocio se mudaron y por eso el local volvió a estar en renta. - dije a su pregunta - espera, me habías dicho que vienes aquí todos los días, pero hoy no tienes clases además yo comencé mis clases a los 11 años y nunca te ví por el pasillo.
-Comencé a tomar las clases a los 13 años, normalmente las tomaba en mi casa después de entrenar, y no venía todos los días.
-Eso explica porque no conoces este lugar- dije y después hubo un pequeño silencio que yo decidí interrumpir- ¿ Tú gusto por el piano es hereditario ?
-Supongo que si mi abuelo solía tocarlo y fue él quien daba mis clases, solía buscarlo cuando comenzaba a tocar el piano, después vio mi interés y decidió darme clases. Después enfermó y por ello tuve que comenzar a tomar clases.
-Eso fue muy lindo por parte de él
-Si, lo fué - dijo mientras miraba hacia la ventana y tomaba su café.
Nunca creí verlo de una manera tan melancólica. Por alguna extraña razón me siento tranquila de conocer algo más de él y no solo saber que es el chico que práctica fut.
-¿Nos vamos ?- dice mientras termina su café
-Está cerca así que prefiero caminar
Ahora fue él quien no hizo ninguna expresión y ahora soy yo quien reía.
ESTÁS LEYENDO
Jardín De Rosas
Short Story-El jardín ya no solo es de árboles, ahora también hay rosas