La clase terminó y ahora me encontraba guardando mis cosas para salir.
-Hasta mañana profesora
-Hasta mañana Ximena, no olvides practicar lo de hoy
-Esta bien
Me dirigí hacía la puerta mientras acomodaba mi bolsa en mi hombro, así que no me di cuenta que al momento de abrir la puerta alguien iba a entrar y simplemente choque con esa persona.
-Perdón no me fijé que ibas a pasar
Cuando lo ví pude notar que era un chico de la misma escuela que yo, ¿ Cómo lo sé? Bueno Normalmente lo he visto jugando fútbol, es muy sociable, educado y responsable, aunque la mayoría dice que siempre se encuentra en la biblioteca.
-Esta bien, no importa- dice con una ligera risa
-¿Están bien?
-Si mamá no paso nada
-Ese choque en la puerta se escuchó muy feo
-Bueno yo estoy bien, disculpa no me fijé
-Esta bien no te preocupes
-Bueno yo ya me voy, nuevamente lo siento
Nunca pensé que ese chico fuera hijo de la profesora Elena, ella es una mujer muy amable y educada por algo el es igual
- ¿Aún no vienen por ti?- me pregunta el chico apareciendo de repente, ¿Es acaso un tipo de mago?
-No, mi mamá debe estar ocupada- respondí mientras me sentaba en unas bancas - nunca te había visto por aquí, ¿es la primera vez que vienes?
-De hecho vengo todos los días- mi cara habló por mi ya que mi expresión de asombro fue muy obvia, además de que soltó una ligera risa- no la verdad solo vengo dos días a la semana, estoy en las clases de música
-¿Qué instrumento tocas?
-El piano
-¿Eres tú quien toca las lindas melodías en el piano?
-Creo que ¿Si?- dijo con una cara de confusión y yo solo pude hacer lo mismo ante su respuesta - es decir, no soy de recibir muchos elogios
-Ah lo siento , es que las melodías son lindas
Un silencio quedó después de mi respuesta, un silencio que fue interrumpido por mi mamá.
-Ximena- grito desde la ventana del coche mientras movía su mano en forma de saludo
-Llegaron por mi, fue un gusto, ¿Adiós?- me despedí de él mientras movía mi mano y él respondía de la misma manera
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Jardín De Rosas
Short Story-El jardín ya no solo es de árboles, ahora también hay rosas