Capitulo 1

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 A veces los policías si somos un pinche cliché, todo el día corriendo como gallinas sin cabeza, sin tiempo de comer, tomando café a todas horas que no nos ayuda con la impaciencia ni la ansiedad y perturbados por los casos que se nos fueron de las manos; pero hay algo que siempre esperaba dia a dia, sentarme a leer las noticias y tomarme mi café en paz antes de despertar en el caos de Los Ángeles y no, no es un Starbucks, mi café favorito era en el Rincón, un restaurante latino todavía a salvo de la gentrificación, donde podía sentirme como en casa.

Domingo, el día que se supone que tengo que descansar pero no podía dejar mi rutina mañanera, supongo que el llegar a un lugar donde nos conocíamos me hacía sentir una cierta estabilidad emocional, lejos de mi solitaria vida.

Mientras hacía fila para pedir mi orden, yo como todos los humanos que hacen fila, matando los segundos en el teléfono, cuando siento un empujón que me saca de equilibrio...

-What the...

-I'm sorry, I'm sorry there was something on the floor...

-Que pinche manera de comenzar el domingo!

-Disculpa?

-Oh hablas español? Dije que que manera de comenzar mi domingo! (yo toda eufórica porque irrumpieron con mi paz dominguera)

-Si, hablo español y te pedí disculpas porque fue un accidente, no es para que te expresaras de esa manera, todo bien en casa?

-Todo perfecto! Gracias y en la tuya? Todo bien con el podólogo? (yo con mi sarcasmo que, o me gana un amigo, o un chingadazo)

-Uff sarcastica la tipa

-Veras, solo quiero mi café en paz, no quiero un debate, no quiero una pelea solo quiero mi cafe

-Creeme que lo que menos quería era toparme con una persona tan desagradable.

Trate de ignorar ese hecho mañanero, porque nada ni nadie iba a interrumpir mi paz de Domingo (y sentí que lo dije con voz de villana de novela con esa risa "macabra")

Despues de pasar mas minutos decidiendo que ver en la TV que tuviera lesbianas (porque si, me rehuso a ver contenido hetero a menos que sea de muy buena calidad)

Dije, porqué no, vamos a ver por 1232321 The L Word, a recordar cuando solo era el único lésbico en la tv.

Eran ya las 4 am y como toda policía atormentada por casos sin resolver, ahí estaba tratando de aclarar mi cabeza, de no estar en el teléfono, pero en esta era de tecnología y distracción es casi imposible esquivar ese tipo de distracciones.

Mientras estaba en mi celular guardando recetas y ejercicios que jamás haré... suena mi teléfono., es mi jefe (en otras ramas de trabajo o tal vez otras circunstancias nadie contestaria, pero yo, una persona que prefería pasar mi tiempo resolviendo misterios de la vida de alguien mas, que de la mia, obvio conteste:

-Rossi, espero no te haya despertado, pero te necesito a ti y a tu equipo en una escena.

-¿Qué tan importante puede ser como ir a las 4 am?

-Bueno, es Luis Ramos, te mando la dirección.

-Estare ahi.

Al llegar a la escena del crimen y pasar por los protocolos de seguridad para poder analizar con mas detalle el asesinato, me doy cuenta que el cadaver no solo habia sido mutilado en su parte genital, tambien tenia rastros de abuso sexual; y obviamente al saber de quien se trataba, no podia explicarme como un hombre que se dedicaba a tantas causas humanitarias habia terminado ahi.

"Como un ex policía y ahora congresista, como Luis Ramos que no se metia con nadie podia haber terminado en manos de alguna pandilla o más posible, un crimen pasional, esto no pudo ser casualidad" (mientras trataba de analizar cada detalle de la escena, me hacía preguntas y teorías en mi cabeza)

Mientras los oficiales trataban de evitar que la prensa sensacionalista obtuviera fotos del cadáver y que no contaminaran la escena del crimen, me doy cuenta que una chica estaba discutiendo con un oficial para que la dejara pasar:

-La prensa sabe perfectamente que no pueden tomar fotos amarillistas y no la voy a dejar pasar.

-Ok, yo solo estoy tratando de hacer mi trabajo, mi trabajo es reportar y no puedo hacerlo si no llego a primera hora a raíz de la información.

-Dejame hablar con mi superior y regreso en un momento

Y justo en el momento de que el oficial se retira, esta reportera entrometida pasa por debajo de la cinta y claro que no iba a dejar que tomara fotos, pero justo cuando estoy caminando en su dirección para detenerla, se voltea y no se da cuenta que me tiene frente a ella y del choque casi caemos...

-¿Sabes que es un delito desobedecer a un oficial?

-Claro, es el código 2800 de las leyes de California y probablemente me cueste el salario de una semana, pero que la gente sepa la verdad? Vale la pena.

-Oh wow ¿estuviste leyendo wikipedia antes de venir?

-Claro, eso y que aparte detesto el abuso de poder

-Espera un segundo, ¿no eras tú la del problema con el pie?

-Quieres decir la que tropezó accidentalmente contigo ¿y te portaste tan grosera?

-Ok, me disculpo por eso, tengo un ritual sagrado con mi café y especialmente con mis Domingos que son de "descanso", pero esta es una escena de crimen y no te puedo dejar pasar.

-Yo no quiero pasar a tomar fotos, solo quería hablar con alguien que me diera información correcta de que sucedió, no quiero meterme con tu café, tu rutina o tu trabajo, solo quiero información.

-Ok, ¿que es lo que sabes?

-Se que es Luis Ramos y que no fue nada parecido a un asalto, que parece más un crimen pasional

-Mira, no te puedo dar mas informacion porque es un asesinato, no queremos conclusiones ni acusasiones al aire, si se filtra informacion de mas a la prensa se puede dirigir la atencion al lugar equivocado y dejar libre a la persona realmente culpable.

-Solo dime una cosa, el cuerpo estaba colocado de manera diferente a cualquier crimen?

-Si es algo bizarro pero he visto cosas peores.

-Yo pienso, que estamos detrás de un asesino en serie...

-De que hablas? Es la primera vez que pasa algo de esta clase a alguien tan importante

-Tal vez no estas viendo más allá de lo que te dejan ver tus ojos... o en los lugares adecuados...

Se retira y me deja así! Sin más! Me quise poner en mi papel, pero no podía dejar de ver sus ojos mientras me hablaba... El aire helado de la madrugada llegaba en mi dirección de manera que no podía evitar oler el perfume de su cabello y que me había dejado con la intriga de que más sabía ella... Ella sabía quién era yo, yo no sabía quién era, ni para que periodico trabajaba, porque, claro era más importante para mi enfocarme en mi papel de detective que hacer lo primero que tuve que haber hecho... saber quien era.

Inevitable: Entre la justicia y los pliegues del karmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora