Cap 9- Las misiones.

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Muchas cosas habían pasado en ese momento, pero a él no le importaba; ya llevaba un mes en el entrenamiento básico y había leído más de 20 libros sobre aventura, magia, ciencia y más. Esto le había dado la capacidad de comprender mejor ese mundo. No era tan difícil entender que los aventureros son personas con habilidades fuera de lo normal, maestros en magia, artes marciales, alquimia y otros. Cada una de esas personas tiene un pasado que la define, como el de él, pero no le importaba mucho. Ya dominaba un poco más del 5% de su hielo, así como armas, escudos y algunos proyectiles; lo más básico posible. No había tenido un combate real después de la pelea con ella.

Hoy era un día diferente, porque estaba preparado para hacer una misión con ella. Primero debían realizar una misión de nivel D y luego avanzar poco a poco hasta C+ o B. No era una mala idea; así podía comenzar tranquilo y ganar experiencia en combate. Ao Shinzō estaba tranquilo, esperando a su maestra como siempre. Ella tenía la manía de tardarse un poco porque siempre salía a beber la noche anterior. En el tiempo que había estado a su lado, la había recogido muchas veces borracha de diversas cantinas, y además, tenía que pagarle todo lo que consumía, que no era poco. El joven suspiró profundamente, pero en ese momento la vio llegar. Notó que estaba un poco ebria, lo suponía, pero no le importaba mucho; así era la vida de ella. Cada persona es diferente, y él lo respetaba, no se metía ni hacía nada contra nadie.

Cuando la chica estuvo cerca, Ao dijo con un tono de voz calmado:

—¿Entonces qué misión de clase D hacemos? ¿Recolecta? ¿Casa de duendes?—

La chica puso una expresión extraña, dando a entender que iba a pasar algo totalmente diferente, y le respondió de manera inusual:

—Hablando de eso… pues hay algo diferente en eso…—

Ao se sintió preocupado por lo que estaba sucediendo y tragó saliva, un poco asustado. Era más que aceptable su miedo; ahora estaban en un bosque oscuro y, tras ellos, una manada de… —¿¡Lobos de sombra!? ¡Esto es de nivel B+!—

 Era más que aceptable su miedo; ahora estaban en un bosque oscuro y, tras ellos, una manada de… —¿¡Lobos de sombra!? ¡Esto es de nivel B+!—

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Los lobos de sombra son una especie peculiar, ya que están hechos de sombras. Se dice que son espíritus malignos de personas que no tienen paz en su vida, por lo que siempre atacan a quienes se cruzan en su camino, especialmente a los aventureros o aquellos dispuestos a arriesgarlo todo por sus sueños. Eso es lo que más los enfurece. No se pueden matar de la forma convencional.

—¿Cómo se matan estas cosas?— preguntó él mientras seguía corriendo en todas direcciones. Hina, tranquila, estaba sentada en una rama de un árbol, comiendo manzanas y mirándolo.

—Cada ser tiene un punto débil; no hay un ser invencible. ¿Te acuerdas del "ojo que todo lo ve"? Úsalo.—

Al escuchar eso, Ao analizó la situación con más detenimiento. "El ojo que todo lo ve" era algo que había leído en uno de sus libros. Era una pequeña habilidad para ver el flujo de energía. Las personas y los seres mágicos tienen un flujo de energía, así como un punto donde extraen esa energía, como el corazón, el cerebro y otros. Antes, Finn lo había sacado de su corona y ahora de su brazo. Solo necesitaba concentrarse un poco para hacerlo.

—¡No puedo! ¡Es muy difícil! ¡No me sale como a ti!— exclamó, frustrado.

—¡No puedo! ¡Es muy difícil! ¡No me sale como a ti!— exclamó, frustrado

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—Por eso, no lo hagas como yo. Tú eres diferente; observa lo que tienes que yo no—.

**Info de la habilidad:** El "ojo que todo lo ve" permite ver el flujo de energía y cualquier cosa oculta que contenga energía, así como seres que no son fácilmente visibles. Para ello, se puede hacer un círculo en los ojos o usar unas gafas (como hizo Hina en el capítulo 2).

—Lo voy a intentar…— dijo Ao. En ese momento, quería tener las manos libres, así que decidió crear unas gafas de hielo. Los lobos lo estaban alcanzando y él también se estaba cansando. Entonces, tuvo una idea: comenzó a crear un camino de hielo con la presión de su magia, impulsándose a través de esa misma energía. Básicamente, creaba el camino cada segundo, lo que le otorgaba más velocidad y agilidad para esquivar cualquier obstáculo.

Al conseguir cierta distancia, aproximadamente 40 metros, empezó a analizar la situación. Estaba canalizando la energía de los lobos, hasta que se dio cuenta de algo: la energía emanaba del centro del pecho, es decir, su núcleo estaba allí. Al descubrir esto, sonrió y concentró su energía en su brazo derecho, para luego canalizarla hacia el suelo. Los lobos estaban justo delante de él, pero en ese preciso instante, del piso surgió una gran cantidad de púas que atravesaron a todos los lobos.

—Flores de hielo…— fue el nombre que le dio a esa técnica.

Después, la mujer bajó del árbol y le puso la mano en la cabeza. —Bueno, ahora toca más misiones hasta llegar a la meta…—.

Ice King Finn "No es hora de aventuras" Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora