Ángel • Short Story +18 • ||Tiago PZK||

✧4✧

Tres meses después

Ciara

Tres meses habían pasado, tres meses de no dirigirle la palabra a él.

Ya ni su nombre podía decir sin que me doliera.

Solo se que está feliz con ella, y que ahora vive con él.

¿Que le había dicho a Brenda con respecto a que ya él y yo ya no nos hablábamos?

Suspiré...

Tenía que dejar de pensar en él y sacarme lo de la cabeza de una vez.

Hoy es sábado.

Y también es mi cumpleaños número 23.

No iba a pasar todo el día deprimida, como lo había hecho estos meses, estaba en el trabajo, terminando de atender a mi última clienta del día. Una de mis clientas regulares.

Una chama de 17 años que estaba más buena que yo.

Tristeza total, hermanos.

Cuando por fin terminé, ella me tendió una cajita, yo la miré confundida.

— Feliz cumpleaños a mi manicurista favorita — sonrió.

No lloré de vaina.

— Gracias — abrí la cajita y en está estaba una cadenita con mi nombre grabado — ¿Esto es para que no te cobre hoy? — bromeé.

Ambas reímos.

— Me descubriste — me siguió el juego

Volvimos a reír.

Me pagó y se despidió de mí, arreglé mis cosas y me dirigí a la oficina de mi maravilloso jefe.

Noten mi sarcasmo por favor.

— Ya terminé, señor Torres — dije entrando.

Él ni me miró.

— Está bien Reyes, puedes irte — me tendió el sobre con mi pago.

Salí casi corriendo de allí, la verdad es que ninguna de las chicas que trabajábamos ahí lo soportaba, solo nos quedábamos por el sueldo.

Que era bastante generoso.

Subí a mi nuevo auto (regalo de cumpleaños de mi padre) y le mandé un mensaje a las chicas, en el grupo que Tuli había creado.

Bellezas ✨

                                              Ci👑
¿Que onda con el nombre Tuli? Ya salí del trabajo perras.

            ✓ ✓visto a las 16:20 pm

T😺
Porque somos belleza de la pura, hermana. Te estamos esperando afuera de tu apartamento.

Mari🌚
Che, movete Ciara, tengo hambre.

Mi Emi💖
Te esperamos ☺️.

Llegué lo más rápido que pude, corrí hasta el ascensor que estaba a punto de cerrar sus puertas, llegué justo en raya y entré dando un brinquito. Miré el tablero para marcar el piso, pero este ya estaba marcado.

— Justo a tiempo — habló.

Con lo apurada que estaba no me dí cuenta que había una persona en el ascensor.