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Ciara

La noche llegó rápido.

Las chicas por fin decidieron qué ponerse y todas nos estábamos arreglando en mi casa.

Yo estaba en mi habitación sola, terminando de maquillarme.

Cuándo me estaba colocando el vestido que me regaló mi mamá, tocaron la puerta.

- Ciara, ¿Podemos entrar? - la voz de María se escuchó al otro lado de la puerta.

- Un momento - terminé de colocarmelo y arreglarlo y me miré en el espejo, sonreí - Adelante.

La puerta se abrió rápidamente, dejándome ver lo espectaculares que se veían mis amigas, las cuáles todas tenían la boca abierta.

- ¿Que dicen? - dí una vuelta.

- ¡Estás perfecta! - brincó Tuli.

- Preciosa mi amor - dijo Mari.

- Espectacular - dijo Emi - le va a dar un infarto cuando te vea - soltó de repente para luego cubrirse la boca con ambas manos.

La miramos.

- ¿A quien le va a dar un infarto? - me crucé de brazos.

Se puso nerviosa.

- Es un decir, yo solo digo pues, que cualquier hombre que te vea a vos le va a dar un infarto si, eso - habló tan rápido que apenas la pude entender.

Emilia estaba rara, pero decidimos no prestarle más atención a la situación.

- Ya los chicos llegaron - dijo Tuli - bajemos.

Salimos de mi apartamento y bajamos, cuando llegamos abajo los chicos nos estaban esperando. Todos me felicitaron y botaron uno que otro piropo.

- Sos re hermosa Ci, pero estás muy destapada, flaca - Mauro se cruzó de brazos.

Reí.

- No empeces Mau - lo reprendió Tuli.

- Estás bellísima, Ci - dijo Thomi y Enzo me miró y asintió también.

- Gracias chicos - dije.

La verdad estaba feliz con el resultado, me sentía divina.

Somos divinas.

Cuando llegamos al antro, nos dirigimos al frente de la fila de una vez, los chicos hablaron con los guardias y rápidamente nos pasaron al área VIP, no había casi gente en la zona, había una mesa que estaba decorada con globos y un enorme cartel que decía:

Feliz cumpleaños Ciara.

De la nada apareció Emilia con una torta con una velita del número 23. Y empezaron a cantar cumpleaños.

Mis ojos se llenaron de lágrimas.

No llores ridícula, vas a arruinar mi maquillaje.

Déjame ser.

Los chicos me dieron un abrazo grupal y después sople la vela, comimos torta y luego decidimos bajar a bailar un poco.

- Muy bien, ahora sí podemos ponernos al pedo a todo lo que da - grito Enzo.

Todos gritamos.

Duramos bailando y bebiendo un rato, estaba junto a las chicas cuando Emi sonrió, les dijo algo a las chicas en el oído y me dejaron sola.

Fruncí el ceño.

Iba a caminar hacía dónde ellas se habían ido, cuando sentí unas manos rodear mi cintura.

Ángel • Short Story +18 •  ||Tiago PZK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora