CAPÍTULO II

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“POR FIN HAS LLEGADO”

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Sentado en el baño de presidencia, Armando oculta la cara entre las manos y se lamenta por lo sucedido.

”Ya la embarró, Mendoza. Vea cómo ha asustado a “su” Betty que ella piensa que está de manicomio. No puede seguir así. Claro que la culpa es de ese imbécil de Nicolás que se cree que Betty es de su propiedad ¡Y ella es mía! ¡Yo la he estado esperando todo este tiempo y no pienso permitir que nadie me la arrebate! Claro que Nicolás siempre me ha hablado de ella como de una hermana ¡Pero no es su hermana! Y él me lleva ventaja porque la conoce desde hace más tiempo y mi Betty le tiene afecto ¡UF! ¡Espero que sea sólo afecto! ¡Como esté enamorada de él, me da un ataque!”
Ese pensamiento lo trastorna tanto que gruesas gotas de sudor le resbalan por la frente. Intentando controlarse sigue con sus reflexiones. ”De cualquier modo, si lo que usted pretende es conquistarla, hoy ha retrocedido varios pasos ¡No puede asustarla con sus celos, Mendoza! Tiene que aceptar que ella NO ES SUYA. Y para colmo va y le cuenta lo de la visita a la casa de “señoritas”
¿En qué estaba pensando? ¡Es que los celos lo cegaron! Pues es mejor que se refresque y piense CON LA CABEZA porque como siga embarrándola de ese modo, se va a hacer viejo intentando conquistarla Con lo bien que iba. El almuerzo fue divino. Hasta me pareció que yo le gustaba un poco ¡Me miró varias veces con una carita tan tierna! Claro que después metió la pata hasta el fondo, hermano ¡Tiene que aprender a controlarse y a no dejarse llevar por los celos! Pobrecita, debe haber creído que se me fue la olla cuando le dije todo aquello de que me había pasado la noche hablando de ella con aquella señorita ¡Si entonces no la conocía! Bueno no la conocía a ELLA pero si a su “otro yo” Y cada vez me la recuerda más. Bien terca y orgullosa, pero tímida y dulce como ninguna ¡Ay Betty! ¿Cuándo podré tenerte en mis brazos enamorada y feliz?”

Cuando Armando se dirigió al baño y Nicolás salió de presidencia para atender una llamada urgente, Betty se hundió en el sofá con expresión de agotamiento. ¡Con razón le habían dicho que su jefe era una fiera! Ahora lo entendía. Pero ella no pensaba tolerar que se inmiscuyera en su vida privada ¡Faltaría más! ¡Aunque estaba tan lindo cuando intentaba defenderla de Nicolás! ”¡Beatriz Aurora, ni se te ocurra ahora salir con esas! Por muy atractivo que te parezca el doctor Mendoza, no puedes dejarte llevar por él. Lo mejor que puedes hacer es salir de esta casa de locos y olvidarte de este empleo tan bueno que conseguiste ¿Te imaginas que ese hombre es peligroso? Porque que no está bien del todo ya lo ha demostrado. Bueno bien “de la cabeza” porque físicamente está “para mojar pan” ¡Y eso qué más da, Betty! Si vas a trabajar con él lo importante es que sea una persona sensata y educada, no una bestia peluda ni un maníaco, el físico es lo de menos. Definitivamente es mejor que salgas de aquí cuanto antes”

B: Vea, doña Camila, yo creo que lo mejor es que me vaya. He empezado con muy mal pie en esta empresa y...

C: Eso ni se le ocurra, Beatriz. Vea, mi hermano ya se ha disculpado. Él de habitual no es así (mira sorprendida hacía la puerta que oculta a su hermano de la vista)

B: (Con timidez y bajando el tono de voz) Perdone la pregunta, doña Camila pero ¿él está bien del todo?

C: Ja ja ja ¿Quiere decir si está “chiflado”? Ja ja ja ja Pues no, tengo que reconocer que hoy está muy raro pero nunca ha dado señales de demencia ni en la familia hay antecedentes. Ja ja ja ja.

B: (Completamente sonrojada) Lo... lo siento es que me ha dicho algunas cosas que me pareció, este... yo no quiero incomodarla

C: Ja ja ja ja ¡No Beatriz! Para nada me incomoda. Ya le dije que no sé por qué motivo mi hermano está hoy tan raro pero de eso a estar loco ja ja ja

Por fin haz llegado!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora