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彡.。🌻 capitulo tres:
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EL TUBO DE METAL VIBRÓ al ser detenido, el sonido del impacto resonando en el aire mientras la mano firme que lo sujetaba mantenía el golpe en seco. Hizuki levantó la vista, y su respiración se detuvo un segundo al reconocer a la persona que estaba frente a ella.
Nanami Kento, con su expresión inalterable y ceño fruncido, sostenía el tubo en su mano como si fuera un juguete. Soltó un suspiro, claramente fastidiado.
▬▬La hermana de Hisao, ¿verdad? ▬▬dijo con voz calma, pero firme▬▬. No es el mejor lugar para estar deambulando, Shigure.
Antes de que pudiera responder, una voz mucho más ligera y juguetona interrumpió la tensión.
▬▬¡Wow, wow, wow! ¿Qué tenemos aquí? ▬▬Satoru Gojo apareció de repente, como si hubiera estado esperando el momento perfecto para intervenir. Se acercó con su habitual despreocupación, las manos en los bolsillos y una sonrisa en los labios▬▬. ¿Intentabas atacarnos con un tubo de metal? Qué ruda. ▬▬Su tono estaba impregnado de diversión, y era imposible discernir si se lo tomaba en serio o no.
Hizuki se tensó, abrazando instintivamente al gato con más fuerza contra su pecho. El animal maulló en protesta, inquieto por la cercanía de los tres hombres que ahora la rodeaban. Gojo, en persona, era exactamente como lo recordaba de las imágenes en su mente y de las veces que lo había visto a través de la pantalla en su vida pasada: alto, con ese aire juguetón y carente de preocupación que lo hacía parecer inalcanzable.
Y realmente, era inalcanzable.
Pero ahora estaba aquí. Frente a ella. En carne y hueso. Y era real. Más real de lo que jamás había imaginado.
Más alto de lo que habría pensado.
Suguru Geto se encontraba a su lado, con una expresión mucho más relajada y calculadora. Entre sus manos, intentando ocultar una pequeña esfera negra de maldición. La criatura, no visible para los ojos normales, era la fuente del sonido que Hizuki había oído antes. El cazador de maldiciones lo habían atrapado antes y estaba a punto de devorarla.
